Enredos

11 diciembre, 2012 at 9:00

Enredos . Efraín Medina. ReflexionesMi reflexión de hoy. Ayer, alguien, de la manera más natural del mundo, me hace un comentario absolutamente dañino de una persona a la que quiero mucho. Me sorprendió la naturalidad con la que me lo contó, y dando por hecho que lo que me decía, lo que le habían contado era la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.
Yo, que conozco totalmente a la persona en cuestión, le desmentí categóricamente lo que estaba afirmando, indicándole del grave daño que un comentario de esa índole podía ocasionar.

Me hizo reflexionar profundamente como, de manera fácil y gratuita, podemos verter, decir, a veces inventar comentarios de otras personas que, a la larga, pueden calar.
Y pueden calar mucho más en una isla donde la relación social es más intensa y nos conocemos mucho más que si viviéramos en una gran ciudad.
Ya lo dije una vez en una de mis reflexiones, la calumnia, el comentario incierto, la inventiva puede causar a veces un daño irreparable a la persona que lo recibe.
A veces he notado hasta » ensañamiento» cuando escucho a personas referirse a otras, y pasa en todos los estamentos de la sociedad.
Es como subir a una montaña alta y en un día de fuerte viento, esparcir una almohada de plumas. A ver como las recoges después.
Pues una calumnia es igual. Se esparce pero después jamás se podrá resarcir el daño que se puede causar.
Por Eso» antes de poner la lengua en movimiento, pongamos nuestra cabeza en funcionamiento».

La Paella de Raúl

9 diciembre, 2012 at 9:03

Mi reflexión de hoy. La Paella de Raul . El blog de Efraín Medina. Reflexiones

Siempre tenemos un amigo/a que es el organizador, el impulsor, el auto anfitrión. En nuestro caso, Raúl Díaz, el de www.lapaelladeraul.com se lleva la palma. Tiene una facilidad enorme para reunirnos a todos, para que nos sintamos bien,para sacarnos una sonrisa.
A Raúl lo conocí hace años, pero nuestra amistad ( ya para siempre) se incrementó desde hace un lustro. Claro, él cuenta con María y eso es jugar con ventaja. Yo pienso que un amigo es aquel que está para lo bueno y para lo malo, que te da seguridad, que sabe respetar las decisiones que tomes en la vida aunque no las comparta y que, siempre, tiene una sonrisa dispuesta para ti. Que sabe decirte la palabra justa y que también sabe retirarse a tiempo. Por eso Raúl es mi amigo. Y creo que yo también de él. ( aunque en esta amistad el pone infinitamente más que yo) y ni siquiera eso le importa.
Raúl siempre está pendiente de los estados de ánimo de sus amigos, y llega a aconsejar ( muchas veces sin pedirle el consejo) porque para él es vital que sus amigos estén bien y tiene ese don protector que yo y todos agradecemos aunque no se lo expresemos.
Raúl es emprendedor, tolerante. El viaje que hicimos hace dos veranos, a mi jamás se me olvidará porque tuvo un efecto balsámico de tanta bondad y alegría.
Raúl, María y tantos más siempre utilizan la comida como » cordón umbilical» para estar siempre unidos, para contarnos sueños, proyectos, ilusiones, tristezas, alegrías, nostalgias, y ver sin darnos cuenta como pasa el tiempo y siempre estamos ahí.
Yo hoy, con el permiso de mis otros amigos, quiero dedicar mi reflexión a Raúl, y en estas palabras escritas desde el corazón quiero testimoniar la amistad de todos los demás en la figura del incombustible, optimista, espléndido, maravilloso, observador, tolerante y especial RAÚL DÍAZ ALOM.
Siempre pensé que al » ALOM» le faltaban letras.
Un abrazo y feliz domingo.

Lugares en la vida y sus olores

4 diciembre, 2012 at 7:10

olores. El blog de Efraín Medina Hernández. ReflexionesMi reflexión de hoy. Hay lugares en la vida que siempre recuerdas con especial cariño, o con un recuerdo que se te fija en la mente para siempre. Hay sitios que siempre recordarás por sus olores, por su gente, porque han podido llevarte más allá de lo inimaginable.
Hay sitios que te marcan para siempre. Ayer, Pablo Sicilia estuvo hablando largamente de su último viaje a Tailandia, Vietnam, Camboya y Laos. Hablaba de los olores, de la espiritualidad, de lo diferente que podemos ser aunque todos vivimos en el mismo planeta, de lo enriquecedor que puede ser un viaje, de lo que te puede marcar.

Yo reconozco haber viajado lo suficiente. El viaje que más me impresionó fue la primera vez que estuve en La Habana. De repente me pareció estar en un viejo decorados punto de caerse donde se estaba rodando una película en blanco y negro o una obra d teatro con un final incierto. Esas obras de teatro que te dejan sentado en la butaca hasta ver el final, el desenlace. Eso sucede hasta que conoces verdaderamente la ciudad y te pierdes en ella.
Caracas huele a verde, a flores, a frutas maduras, a bosque, a lluvia tropical. Yo extraño mucho Caracas. Por eso la recuerdo cada día.
Estambul huele a miel mezclada con especias venidas de la ruta de la seda. Huele a jabón a granadina, a almizcle y a incienso.
Buenos aires huele a césped, huele a trabajo y a dulce de leche recién cocinado. Huele a caballos y a cuero.
Madrid siempre huele a dulces, a repostería, a humos que salen de algunas chimeneas donde llegan olores de guisos invernales, sobre todo en invierno.
Sevilla huele a azahar, también a ceras de velas, a inciensos, a heno de previa, a aceite de oliva virgen, lo mismo que me huele Jaén.
Toledo me huele a almendras y todo lo que se puede hacer con ellas.
Y Tenerife me huele a mar, a sal, a Atlántico, a monte, a sol, me huele a arena mojada, me huele a bosque, a laurisilva, a pescado, a sonrisa y me huele a carne fiesta ofrecida en romerías. A pesar de todo, Tenerife sigue oliendo a felicidad .