Regalos inauditos de reyes

4 enero, 2013 at 9:04

Mi reflexión de hoy. Queridos amigos y amigas, hoy quiero compartir con todos ustedes » algunos regalos que me han traído los reyes magos», sin duda, todos los regalos me han hecho muchísima ilusión pero hay algunos que me han sorprendido.
Recuerdo cuando niño los reyes me trajeron un chubasquero, y al siguiente día quise llevarlo a la escuela pero como no llovía, mi madre no me lo dejó llevar. Fue tanto lo que desee que lloviera que al siguiente día cayó tal fuerte aguacero que duró tres días, corrieron los barrancos y yo caminaba por la calle principal de Vallehermoso con el chubasquero, de la plaza a la iglesia y de la iglesia a la plaza.
También me trajeron una vez una guitarra que mi hermana Ani, en un ataque de ira porque no se la prestaba me la estampó en la cabeza y se jodió la guitarra. Esos regalos me los mandaba mi madrina Conchita Pino que vivía en los Lavaderos. Una vez me mandó una cadenita de oro.
Otra vez, ya en Venezuela, me dejaron unos zapatos del 44, yo calzo el 41. Eso fue en casa de un tío mío, y mi tía me preguntaba, ¿ te sirven los zapatos.? Y yo contesté, me quedan perfectos. Recuerdo que la última vez que fui a Venezuela, hace dos años, todavía estaban en su caja quince años después. Pero quince años después sigo calzando el 41.
Una vez, en casa de mi sobrino me dejaron » un telescopio» para que mirara las estrellas. O no lo supe utilizar, o cada vez que me empecinaba en usar el aparato ese, siempre estaba nublado. El otro día buscando una maleta me tropecé con el telescopio, lo miré y sonreí.
Una caña de pescar. Eso me lo regaló un amigo mío que le gustaba la pesca y muy Animado me fui a la dársena a » pescar» con él. Fue tanto, pero tanto el frío que pasé que más nunca se me ocurrió ir a pescar. Además, para mi era una tortura. Imagínense ustedes, yo que soy hiperactivo estar horas y horas con aquel palo apuntando a la mar y sin que picara nada. Jejejejejejej.
Otra vez, una persona me regaló un bolígrafo de una joyería carísima de Santa Cruz, pero cuando fui a probar el bolígrafo no escribía. Me fui a la joyería y me dijo la dependienta con cara sorprendida: ! Perdone caballero pero esto no fue comprado aquí¡¡ todavía me pregunto como esa persona consiguió las etiquetas de esa joyería cara. Cuando lo vio una amiga mía me dijo: !!! pero si este bolígrafo te lo dan por asistir a una charla a ver si te venden una enciclopedia.¡¡.
Otra vez me regalaron lienzos y pinceles y me dio por pintar y regalar cuadros. Torturaba a algunos/as amigas mías regalándole los cuadros y sugiriéndoles donde deberían ponerlos. Evidentemente nunca colocaron estas » obras de arte» en sus humildes moradas. Jajajaja.
Y hace unos años, no compré calzoncillos con la esperanza de que, como todos los años, me surtieran. Pues mira por donde, ese año no llegaron calzoncillos a mi casa. Claro, ya era de gustos más refinados: calvin, dolce, armani.
Medidores de tensión, una vez una caja de herramientas, calderos, y un largo etcétera maravilloso de regalos que todos han tenido un componente fantástico.
Yo también he regalado cosas inauditas. Se los puedo asegurar.
Pero lo importante es el momento en el que se están acordando de ti, en el que piensan en ti, y en el que tu piensas en ellos. Ese es el mágico momento.
Felices reyes.

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