Que no nos apaguen la luz del mundo.
Queridos amigos y amigas.Ayer me emocioné y quiero agradecer al Corte Inglés que, junto al Alcalde de Santa Cruz de Tenerife, me hubiesen elegido para el » encendido de la Navidad » en estos grandes almacenes que ya forman parte vital, comercial y hasta arquitectónica de esta ciudad.
Pero antes, el nuevo entrenador del Club Deportivo Tenerife fue el encargado, en la popular Plaza del Príncipe de La capital SantaCrucera de – apretar el botón- e iluminar esa parte de nuestra metrópoli para seguir continuando en estos próximos días con la tradicional luz Navideña.
El mundo está pasando unos momentos convulsos, de confusión, de terror, precisamente en la Ciudad de la luz y, ante los que desean apagar la luz, nosotros debemos encenderlas. Y más precisamente en estas fechas cristianas y donde se celebra el nacimiento de Cristo, la llegada del año nuevo, así como la llegada de los Reyes Magos tal cual lo escribieron los evangelistas que fueron los – cronistas oficiales- de aquella época.
No podemos permitir que un grupo de dementes, de matones sin escrúpulos, sin piedad, sin clemencia intenten – apagar las luces- . Este año, más que nunca debemos encender nuestras luminarias, adelantar la Navidad, mandar señales positivas para combatir tanta noticia desgraciada. Ya En Santa Cruz de Tenerife ayer se notaba la ilusión. Me encantó observar los rostros de los comerciantes, de los niños mirando el encendido, de la amiga mía que trabaja por la Calle San José y que me dijo: » Efrain, este año se han adelantado bastante, que alegría» . Pues creo que es una auténtica alegría para todo el comercio que se impregne el ambiente Navideño para generar confianza entre los empresarios y los consumidores que, en definitiva, son los que marcan el estado de ánimo. La Navidad también es un estado de ánimo.
Eso no quiere decir que hagamos abstracción de lo que está sucediendo en nuestro mundo. Yo que soy bastante perezoso para hacer el árbol de Navidad, este sábado en la tarde ya lo voy a realizar y lo ofreceré por todas aquellas víctimas de odio, víctimas inocentes que reían, que eran felices, que no hacían el más absoluto daño a nadie, que bailaban bajo la noche Parisina cuando unos locos fundamentalistas acabaron con esa inmensa felicidad. No tienen derecho a hacerlo y menos invocando a ningún dios.
También estas fechas que comienzan ya en un par de días es disfrute para los más pequeños y no podemos contagiarles un estado de ánimo.
Me cuentan que en Vallehermoso, después de la guerra civil, mi abuela, cuando no tenían mucho para comer, freía bastante ajo para que toda la casa – oliese- a comida elaborada con cariño, aunque después el arroz que ponía al fuego era tan escaso que apenas daba para todos. Los vecinos, al llegarles el olor a ajo le preguntaban: -que estás cocinando hoy Serafina? Era solo una ilusión que generaba felicidad. Era la multiplicación de los panes y los peces.
Por eso, una película que no me cansaré de ver es : » la Vida es Bella», porque en cada ocasión descubro escenas y enseñanzas diferentes. Una película que es ilusión en el más puro estado. Creo que debemos volverla a ver en estas fechas.
Hagamos que, aunque estemos pasando un momento convulso, podamos tener la capacidad de ilusionarnos. Encendamos luces, velas de esperanza, luz de vida, luminarias de felicidad, llamas de fe, cirios de buenos deseos. No podemos permitir que nos apaguen la luz del mundo.
Feliz Sábado Amigos y amigas.