No podemos normalizar esta barbarie.
Amigos y amigas, ya hace un tiempo que no escribo entradas en mi Blog pero hoy me veo en la obligación de reflexionar profundamente de todo lo que está sucediendo en este mundo y en esta época que nos ha tocado vivir. Me da mucho miedo que las situaciones que no son normales » se normalicen» . Como hace no muchos años, cuando en el telediario aparecía la noticia de un Guardia Civil asesinado y creo que ya era – tan normal- que llegamos a acostumbrarnos.
No hace mucho, llegaban cayucos y pateras cargadas de cientos y cientos de personas que huían de las terribles matanzas, la hambruna, la más absoluta pobreza, las guerras a cuchillo vivo y los delitos lesa humanidad en África. Creo que llegó un momento que normalizamos la situación y ya nos parecía algo habitual.
En la España posterior a 1939, después de una guerra civil que nunca llegó a terminar hasta que no se murió el dictador y se instauró una débil democracia que se fue fortaleciendo pasaron muchísimas historias absolutamente tristes y que nuestra historia no termina de hacer memoria.
Fueron muchos los niños y niñas de este país que estuvieron meses divagando por toda Europa sin que ningún país los acogiese. Niños y niñas que les fueron arrancados a sus padres por el simple hecho de ser » del bando contrario» . Barcos fantasmas cargados de menores. Niños y niñas que llegaron a Rusia y fueron llamados «los niños de la Guerra». Refugiados españoles que tuvieron que huir ante la amenaza de una pena de muerte inevitable. Hubo torturas, persecución, páginas manchadas de sangre de nuestra historia. En esa época, bien por miedo, bien por normalización, estas atrocidades llegaron a verse normales..
Los refugiados que ahora están en una » tierra de nadie» es un crimen absoluto contra la humanidad. Reenviarlos a Turquía, me parece el mayor de los exabruptos porque la sociedad turca los está rechazando y los ve como una amenaza. Da absoluto pavor ver cómo negocian en una mesa y le ponen precio a miles de refugiados, con la demanda de no solicitar el visado a los ciudadanos turcos para entrar en Europa, y algunos miles de millones de euros a cambio de que miles y miles de personas estén vagando sin patria y sin los más mínimos derechos. Niños que no se saben dónde están, que les han perdido el rastro y que se cuentan por miles. Es absolutamente terrible, muy terrible. España se comprometió a acoger 18.000 y han llegado 18. Muy terrible.
Lo acontecido esta semana en Bruselas es la barbarie de las barbaries, es el ataque más impío e injusto que podamos ver, es la sinrazón, es la locura, es el fanatismo, es la intolerancia.
Tenemos que condenar firmemente lo que está pasando sabiendo que entre los muertos, también hay gente inocente y musulmana porque tenemos que ser un mundo multicultural donde nos respetemos y donde la diversidad sea lo más normal.
Tengo amigos musulmanes que por todos los medios de comunicación han condenado contundentemente estos ataques terroristas. Los habitantes de este planeta tenemos que tomar conciencia del mundo que les estamos dejando a los que nos preceden. Tenemos que pasar a la acción de la formación para la tolerancia. Es vital que eso suceda.
Hace unos días, el Cabildo de Tenerife realizó el IV rezo intercultural por La Paz en el populoso pueblo de El Fraile, en Arona. Pasó muy desapercibido pero que el imán musulmán haya llamado a la oración en una iglesia católica, es una señal inequívoca de convivencia y de potenciar el tejido social entre los habitantes de esta isla.
Ese es un pequeño ejemplo de que todos podemos convivir en paz, en una mayor igualdad y en armonía intercultural. Desde Tenerife para el mundo.
Ojalá no normalicemos nunca las situaciones que son terribles y angustiosas. Ojalá nunca pensemos que eso sucede a muchos kilómetros de nosotros. Hace poco más de setenta años, los refugiados eran nuestros familiares. Aún hay gente que lo puede contar.
Reflexionemos este jueves.
En la foto: rezo intercultural por La Paz de ocho comunidades religiosas en Tenerife. ( El Fraile)