Vitolo
Hoy me toca hablar de un amigo, de Vitolo. De nuestro Vitolo que se está dejando la piel en el fútbol griego para que, tanto el como su familia, puedan aspirar a tener un futuro mejor.
Es un enorme sacrificio para Vitolo, que es tan familiar, tan de sus padres, de su sobrino, de su hermana, de sus amigos, estar tan lejos. Yo siento siempre su nostalgia, la siento todas las noches porque ya, desde hace años, hablamos casi todos los finales del día aunque sea unos minutos. Vitolo extraña su tierra de una forma desgarradora, épica, sentida. Me pide fotos de lo que voy a comer, me pregunta por el tiempo, por los amigos, por todo. En Vitolo está todavía viva esa nostalgia de su niñez en Valleseco y, todo lo que tiene es muy merecido porque le ha costado muchas lágrimas de lejanía y de soledad.