Semana Santa y cocina.
Mi reflexión de hoy. Queridos amigos y amigas. Cocinar me produce un placer indescriptible. Realmente no lo hago mucho, pero cuando me » pongo» me olvido de todo y de mi…..como dice la canción.
Ayer fue un día de esos, de los que me apeteció cocinar para hoy y para unos amigos especiales. Desde que me levanté en la mañana idee lo que tendría que cocinar, me di la caminata habitual y me puse a buscar los ingredientes.
Me fui al mercado que ponen todos los sábados en la plaza del Centro Comercial de Punta Larga en Candelaria, donde se pueden comprar productos agrícolas de la zona y ahí compre pimientos, tomates, cebollas, cebollines, habas, unas judías recién cosechadas, lechugas y un largo etcétera de productos todos frescos.
Ya en la tarde me puse manos a la obra. Lo primero que hice fue un sofrito cargadito de pimentón para hacer un cherne a la bilbaína ( realmente es un cherne en salsa) pero queda más elegante decir » a la bilbaína». Justo de sal y un poquito picante. Me encanta.
Después me metí con las judías tipo asturiana que esas si me dieron más lata porque como no las había puesto en remojo tuve primero que » desempolvar» la olla express para que se ablandaran. Busqué una receta para hacerlas con » bacalao» y también superé la prueba.
Fui a la despensa y me » inventé» unas torrijas echas con pan de sándwich. Aquí me ayudo mi hermana a través del washap que me advirtió que como era pan muy blando no podía » remojarlas» mucho en leche porque se me deshacían. Las hice subida de canela y, como les dije anteriormente que eran un invento, les puse manzanas guisadas y un toque de ron dominicano que también conseguí en una de los armarios de la despensa. La verdad, el combinado de la canela, con la manzana y el ron puestos en la tradicional » torrija» quedaron bastante bien. Las serviré con helado de vainilla.
Todo eso fue ayer. Porque hoy iré a ver jugar al Club Deportivo Tenerife, después pasaré a comprar lo que me falta ( en Candelaria abren los domingos) en el Centro Comercial, y llegaré a mi casa, pondré todo a calentar, servir y listo.
El jueves también estuvo comiendo un amigo en casa que estaba llegando de Estambul donde ha cristalizado unos cuantos negocios. Me alegro siempre cuando veo que un proyecto se materializa. Siempre es una buena alegría.
En la tarde conversaremos de lo humano y de lo divino. Como ellos también están llegando de viaje me contarán como les fue, a que sitios fueron, detalles de las ciudades visitadas y por supuesto, el costo de la vida. Yo soy muy hablador pero también muy buen entrevistador ( jeje). Además, no hay nada que más le guste a los » recién viajados» que contar todas sus aventuras a veces un tanto exageradas. ( siempre he pensado que cuando cuentan las aventuras de los viajes exageran un poco para hacer ver que la relación calidad/precio fue adecuada. Lo hacen sin malicia por supuesto. Es algo natural).
Pues se fue la Semana Santa amigos y amigas. A mi me invitaron algunos amigos para irme » al sur» pero mi cuerpo y mi mente ya no están para compartir un apartamento entre ocho o diez. ( es que uno ya tiene sus años) ji ji ji. Yo ya eso de irme a pasarlo peor que en mi casa me lo pienso cien veces para después decir un simpático » no». Yo preferí quedarme en mi casa cocinando para algunos amigos.
Y este lunes se seguirá hablando de Chipre, de Corea del Norte, de las elecciones en Venezuela, de que van a poner el washap de pago, de si ascendemos de categoría.
Yo les aseguro que seguiré ilusionado intentando dar lo mejor de mi para poder aportar lo que esté en mi mano y más para tener cada día una sociedad mejor.
La Semana Santa tuvo ese poder » anestésico » donde, por unos días, nos olvidamos de la situación actual. Mañana ya es lunes.
Pero por ahora: feliz domingo a todos y todas.