Otra vez » la burra al trigo».

28 febrero, 2013 at 7:19

Mi reflexión de hoy. Y vuelta la burra al trigo. ¡!!!!! Ayer un medio de comunicación pone en tela de juicio que yo no llevo mis redes sociales y que las reflexiones tampoco las escribo yo. Casualmente cuando me monto en el coche para venirme a Candelaria hablaban en esa emisora de las redes sociales y ponían mis reflexiones como ejemplo y que, era imposible que pudiese escribir diariamente un texto así etc etc.
Por supuesto que las escribo yo. Y todos los que me leen pueden observar que mis reflexiones son cotidianas, del día a día, sencillas, familiares, casi siempre optimistas y con alguna que otra falta de ortografía y de sintaxis.
Les cuento como escribo mis reflexiones. Normalmente intentó plasmar » algo» que me sucede durante el día poniendo en valor el lado positivo de la vivencia. Otras veces escribo de algunos amigos míos ( siempre con su autorización) otras veces de recuerdos familiares, otras veces de aquello que me preocupa, pero siempre yo.
Siempre elijo la caída de la tarde, cuando casi ya está oscureciendo porque me parece una hora mágica para poder plasmar mi pensamiento aquí. Me gusta el silencio que me proporciona el lugar donde vivo, y es el momento en el que repaso el día, trabajo en la agenda del siguiente, y como » delicia» escribo mi reflexión.
Cada vez que la escribo, me preocupa que pueda llegar a ustedes con la sinceridad y el cariño que intento plasmar. Se que unas gustaran más, otras menos, pero siempre pienso en todos ustedes y en esas situaciones que a todos nos pasan y que nos podemos sentir identificados.
Mis reflexiones son como una especie de » escape diario», un rato de intimidad que después ve la luz. Un rato de tranquilidad que siempre acompaño con alguna infusión porque me da calma.
Yo visualizo las personas que normalmente me ponen un » me gusta» o comentan mis reflexiones. Cada vez que las escribo me llegan a la mente y les puedo asegurar que siempre pienso si seré capaz de motivarles en la mañana, de llegar, de que se sientan identificados y de que podamos ser cómplices a través de las diferentes redes sociales y de mi blog.
También me han pasado cosas muy curiosas, el otro día, vino a verme una señora de Vallehermoso para decirme que la reflexión del » camión de mi padre» la había emocionado muchísimo. Vino especialmente a decírmelo y nos trajo unas galletas gomeras.
La reflexión de mi amigo Javi el Piloto también tuvo su eco. Sus hermanas y su familia me mandaron washaps para darme las gracias y yo me sentí tan feliz que no lo puedo describir.
En el tranvía, otro señor me dijo que me lee a diario y que no le había gustado la del » Ché Guevara». Desde la parada del tranvía de Fundación a la Cruz del Señor nos enfrascamos en una conversación sobre el Ché.
A mi, algunas me han emocionado mucho, y todas intento que me salgan desde el corazón sin intentar hablar de temas controvertidos y políticos porque sencillamente, este no es el foro y estoy seguro que ustedes me lo agradecerán. Todas ellas forman parte de nuestras vivencias y de descubrirnos un poco más.
Voy a seguir escribiendo mis reflexiones, aunque haya algún medio o tertuliano que dude que yo soy el verdadero autor. Creo que los que me siguen a diario se darían cuenta inmediatamente de que no soy yo el que escribe, y para mi, eso sería una especie de fraude o, mejor dicho, un fraude en toda ley.
Incluso, se me han ofrecido a corregirlas antes de publicarlas, pero creo que perderían autenticidad. Ya no sería yo. Escribo tal cual me fluye, a veces repitiendo palabras, a veces dando un contexto raro a las frases, pero en definitiva, yo.
También me encantan vuestros comentarios porque creo que completan de una manera perfecta, aquello que intento decir. Les pido que no dejen de hacerlo.
Por eso, queridos amigos y amigas, la reflexión de hoy es de » las reflexiones» quiero que sepan que ese mágico momento, cuando está cayendo la tarde, cuando oigo el tic tac del reloj de la pared de mi cocina, cuando escucho a los Pájaros cantar en la medianía de Candelaria, cuando escucho la voz de algún vecino que conversa desde su patio pero que alcanzo a oírlo, en ese momento, justo en ese momento, escribo mis reflexiones acordándome siempre de todos ustedes y con el deseo que les guste, les alegre y que, muchas veces, se puedan sentir identificados con ellas.
También he escrito muchas cuando llego a casa, algunas veces casi a la medianoche pero escribir estos pensamientos me ofrecen tranquilidad y cierta paz.
Muy buenos días amigos y amigas. Sean felices y regalen sonrisas totalmente gratuitas.
Nota: la foto que ilustra esta reflexión fue tomada por mi amigo Raúl Diaz Alom.

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