» no pasa nada, la Virgen está embarcada»
Mi reflexión de hoy.
Queridos amigos y amigas.
Ya están llegando a esta isla las fiestas de la Virgen del Carmen.
La virgen del Carmen normalmente es una virgen marinera. En Vallehermoso no.
En el pueblo que me vio nacer, la Virgen del Carmen se venera en una preciosa ermita que está en lo alto del pueblo, después de presa de la encantadora ( que hasta patos tiene) después de la rosa de las piedras y casi llegando al monte de los loros. Ahí está la virgen del Carmen que cada cinco años la bajan al pueblo y hasta la playa de Vallehermoso.
En Tenerife la embarcan siempre. » no pasa nada la Virgen está embarcada» dicen en el Puerto de la Cruz donde se pueden vivir una de las fiestas más emotivas que jamás se hayan podido admirar. La embarcación de la Virgen en el Puerto de la Cruz es algo mítico, mágico, maravilloso.
A mi me emocionan los cofrades cuando entran a la iglesia llorando a buscar a la Madre de Dios para llevársela por todas las calles de la ciudad turística hasta el Muelle y embarcarla entre nervios, angustias, sonrisas y sudores.
Los cofrades del puerto son aguerridos, valientes, orgullosos de lo suyo. Como debe ser. Debemos sentirnos orgullosos de nuestras tradiciones, de nuestro acervo, de nuestra historia.
Ayer, se pidió públicamente que tenía que haber civismo en la embarcación de la Virgen.Eso tenemos que darlo por descontado para que la tradición se mantenga y sigamos asombrándonos del misterio de la embarcación de la virgen el El Puerto de La Cruz. Todos debemos cuidar la tradición con respeto y con lealtad a lo nuestro.
Los extranjeros que lo viven se asombran. Ya no les cuento los que vienen un tanto despistados y se encuentran con uno de los acontecimientos religiosos más importantes de esta isla.
Yo quiero hoy agradecer a todos y todas los/as portuenses que, con tanto esmero, cuidan a su Reina. Quiero agradecer a los cofrades, a los camareros de la virgen, a quien hace los arreglos, a los pescadores que reciben el tesoro y la miman, a los comerciantes, a toda una ciudad porque el martes nos volverán a hacer emocionar como sucede, misteriosamente, todos los años, y que nos hacen tan felices.
Y a mi pueblo Vallehermoso, gracias porque en mi niñez me hicieron tan Feliz con nuestra virgen del Carmen que vive en el monte. Mi hermana Ani fue reina de las fiestas lustrales en el año 1975.
Y deseo que llegue el martes para volver a oír esas cientos de gargantas en el Puerto de La Cruz gritando: » no pasa nada, la virgen está embarcada»
Feliz sábado amigos y amigas.