Muchas gracias.

4 mayo, 2014 at 10:52

Queridos amigos y amigas. Hace días leí un reportaje en » el Pais» que sencillamente me fascinó. Dicho artículo hablaba del agradecimiento y como influye en nuestras vidas cuando agradecemos las cosas por más insignificantes que sean.
Decía el escrito, entre otras cosas, que cuando desayunamos, por el ejemplo, podemos pensar en todas las personas que han tenido que ver para que un acto, que parece sencillo, se pueda hacer realidad. El que siembra el trigo, las personas que lo recogen, los operarios de la fábrica de harina, la persona que lo transporta, el panadero que se levanta de madrugada para hacer el pan, la persona que lo vende. También la lluvia, el viento, la tierra que hace posible este auténtico milagro.
Eso, con todo lo que nos sucede a diario. Siempre hay personas que trabajan para poder hacer realidad estos pequeños momentos en nuestra vida. Siempre hay alguien a tu lado que mueve algo y tu te beneficias, o al revés.
Decía el artículo que deberíamos pensar siempre en esas claves. Nada sucede por casualidad, siempre hay alguien que lo impulsa para que sean una realidad. Esa frase la pronuncio Carlos Alonso en su discurso de investidura cuando tomó posesión como Presidente del Cabildo y ese maravilloso reportaje me consolida aún más esas palabras.
Yo creo que deberíamos pensar siempre en clave de agradecimiento. El Artículo decía que nuestro cerebro se prepararía para generar felicidad. Agradecer las cosas que a veces son casi imperceptibles a nuestros ojos. Esa es una de las columnas de la felicidad.
Es que si lo analizamos, deberíamos estar agradeciendo durante todo el día lo que nos sucede en nuestro alrededor. Es que lo imperiosamente necesario cabe muchas veces en un dedal.
Hoy, por ejemplo, es un buen día para agradecer la vida. La vida que una mujer llamada » madre» nos dio. Agradecer sus desvelos, sus angustias, sus sonrisas, sus comidas, sus mimos, sus detalles. Hoy es un día de auténtico agradecimiento, como todos los días.
He empezado a practicarlo. Así que si la señora que todos los días me sirve el café y me ve sonriendo ya sabe por lo que es. Si la cajera del supermercado me nota los ojos con brillo es que estoy agradecido, si mi médico de cabecera me ve aparecer entrar con la mejor de mis sonrisas es la manera de darle las gracias, si mi compañero o compañera de trabajo me ve sonreír que sepan que agradezco su apoyo su compañía. Si me ven reír es de agradecimiento.
El lunes lo practicaré con una amiga mía. Haremos el ejercicio de agradecimiento cuando estemos comiendo y veremos todas las personas que han hecho posible que nos sentemos juntos.
Feliz domingo amigos y amigas y ……….GRACIAS.

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