Mariví Bilbao
Mi reflexión de hoy. Queridos amigos y amigas, la televisión tiene ese efecto de que puedes adoptar a personas que se te meten por la pantalla chica y abordan tu casa y de repente de convierten como de la familia, como una más, como si siempre hubiesen vivido contigo.
Yo hace unos años a las nueve de la noche recibía en mi casa una visita, una mujer incomparable, graciosa, activa, actriz, de buenas vibraciones, de gran sentido del humor. Yo recibía siempre en mi casa y era absolutamente bienvenida a Mariví Bilbao.
Todos los miércoles, para mi era una » religión» la serie » Aquí no hay quien viva». Todos sus personajes me cautivaron, pero con ella me identifiqué. Su personaje me parecía transgresor, de otro tiempo, moderno, especial, optimista. Es por ello que me encantaban sus visitas de los miércoles.
Luego en » la que se avecina» me sucedió exactamente igual. Cuando salía Mariví era como un soplo de aire fresco, una alegría, un torbellino.
Cuando mi familia vino de vacaciones desde Venezuela hace unos años y empezó la TDT, mi hermano, mi cuñada y mis sobrinos se pasaban tardes y noches viendo la serie» la que se avecina». Se volvieron adictos. Mi hermano Carlos cuando regresó a Caracas siguió adicto a la serie y se comía todos los capítulos a través del Youtube además de recomendarla a muchísimos amigos. Hasta mi sobrino Carlitos de tres años veía » la víchina». Que estas viendo mi niño.? Y él, sin despegar los ojos del televisor decía » lavichina» claro està, quería decir » la que se avecina».
Mis sobrinos Dani y Manel se reían tanto que escuchaba las risas desde mi cuarto y salía corriendo a la habitación a ver de que se estaban riendo. Y me decían: hay padrino…es que la señora es un vacilón. La señora era Mariví Bilbao.
Ella interpretaba el surrealismo de las situaciones de estas series de manera creíble. Eso es muy difícil en la actuación. Actuar el surrealismo de manera real es un arte. Mariví, que la conocemos por esas dos series, tiene en su haber muchísimas películas y cortometrajes además de grandes interpretaciones teatrales. Pero yo me quedo con mi Marisa Benito de » aquí no hay quien viva».
Te extrañaré mucho Mariví. Tu sabias que mi casa era tu casa. Lo sabias tan bien que teníamos esa cita los miércoles y fuiste testigo de mis » atracones» mientras te veía, fuiste testigo de mis carreras a la nevera en la publicidad, fuiste testigo de mis risas con tus ocurrencias y fuiste testigo de mis conversaciones imaginarias contigo.
Gracias Mariví por acompañarme en muchos momentos de soledad. Gracias por calmarme muchos momentos de estrés, por mitigar a veces mis tristezas, por sacarme una sonrisa en momentos difíciles, por tener la magia de desconectarme del mundo mientras te veía.
No te preocupes que me voy a acordar siempre de ti. Y cuando me mires y veas que miro hacia arriba y me » sonrio» es que me estoy recordando tus cosas,tus historias, tus ocurrencias.
Que sepas que te quise mucho como Marisa Benito y como Izaskun. Maravillosa siempre, eterna siempre, divina siempre. Ahora, cuando salga al patio de mi casa me acordaré siempre de » radio patio».
Muchas gracias por haberme hecho tan feliz durante tantas horas. Eras una más de la casa.
Un beso enorme.