Los miedos

18 junio, 2013 at 8:38

Mi reflexión de hoy.
Queridos amigos, amigas y confidentes.
Ayer, una amiga mía muy especial para mi tuvo una conversación conmigo y en la misma, que duró por espacio de una hora me dijo cuatro veces la frase » me da miedo».
Le dije: ¿ te has dado cuenta que has dicho cuatro veces la frase » me da miedo»?. Y empezamos a analizar sus » miedos» para poder determinar cuales eran reales y cuales no.
Y es que nosotros tenemos casi siempre miedo a lo desconocido o a lo que pueda pasar como algo natural en nuestras vidas. No es fácil cambiar esa dinámica y existen miedos confesables y otros que son inconfesables. Miedos que no somos capaces de expresarlos con palabras pero que existen.
Ahora le tenemos también mucho miedo al futuro, y no tanto por el nuestro, sino por el de nuestros seres queridos, los que empiezan a vivir, los que tienen toda una vida por delante. Miedo al mundo que les está tocando vivir y miedo a enfrentarse a la realidad del día a día que cada vez es más dura y más imprevisible.
En el caso de mi amiga le aconsejé que tenía que ir liberándose de esos miedos poco a poco porque, en definitiva, no le dejaban avanzar a conseguir un estado de felicidad a la que todos aspiramos. Tenemos que liberarnos de muchos miedos urgentemente.
Mi amiga tenía miedo al futuro de sus hijos. Yo le dije que estaba haciendo todo lo que una buena madre haría. Dándole educación, felicidad. Haciendo que crezcan en solidaridad, en tolerancia y en valores.
Mi amiga tenía otros miedos lógicos que se combaten con seguridad en uno mismo y sobre todo compartiendo los miedos y temores. Hay que compartir lo que nos angustia porque seguramente, tu interlocutor lo verá de otra manera y te ayuda.
Y cuando digo que hay que compartir los miedos quiero decir que desde que tengas síntomas de un temor, no debes dudar en contarlo a personas de tu entera confianza, porque los amigos no sólo están para los momentos dulces. Precisamente los amigos se conocen cuando tenemos un problema y saben escuchar y compartir.
Después también hay personas que » juegan con nuestros miedos». Consciente o inconscientemente lo hacen y lo practican. Suelen ser personas que no son felices y que quieren arrastrarnos a su infelicidad. Potencian nuestras inseguridades, intentan coaccionarnos con temores tales como : ¿ y serás capaz de conseguirlo? ¿ y tu vales para eso? Afirmaciones como: eso te queda grande y un largo etcétera de frases que a veces son intencionadas. Yo hace tiempo que estoy erradicando esas influencias. Creo en mi, en los que me rodean y me aportan positividad. Creo a pie juntillas.
Esas personas las detectamos a cien kilómetros a la redonda, y la vacuna y el antídoto para ello es confiar siempre en nosotros mismos, en nuestras capacidades y nuestras posibilidades y no compararnos con otros porque todos somos absolutamente diferentes, pero si llegamos a complementarnos podríamos alcanzar cualquier objetivo que nos plateáramos en la vida.
Una vez alguien me dijo: y a ti no te da miedo escribir todos los días estas reflexiones que lee tanta gente y que eres un personaje público y pueden interpretar mal lo que escribes? Mi respuesta fue que a mi edad, cada vez tenía menos miedos, incluso que se me estaba terminando hasta el miedo al ridículo. Hay que ser siempre auténticos, con lo bueno y con lo malo. Pero auténticos.
Por eso, entre más auténticos somos, menos miedos tendremos. Entre más diálogos establezcamos nuestras sensaciones de miedo desaparecerán. Entre más visualizamos nuestro mundo interior, los temores irán desapareciendo poco a poco.
También una vez me dijo una amiga mía que le tenía mucho miedo y pavor a la oscuridad. Mi respuesta fue la siguiente: y si eso es así ¿ porque ves tantas películas de terror.?.
Por eso, amigos y amigas, tenemos que ir dejando nuestros miedos de lado siempre que podamos porque, lo que sea será. Vivamos el presente con intensidad, miremos a nuestro alrededor y nos daremos cuenta que tendremos muchos más momentos de comprensión de ayudas y de alegrías que de miedos.
Cada vez que afloren nuestros miedos, debemos combatirlos inmediatamente recordando momentos felices. El cerebro al final se acostumbrará a desterrar los miedos y a aceptar los pensamientos positivos.
Así que, fuera los miedos.
Feliz martes.

20130618-093831.jpg