Los cien días de gracia

6 junio, 2018 at 13:20

LOS CIEN DÍAS DE GRACIA.

Sin duda alguna, y como todos hemos visto en estos días, en estos meses, la política es totalmente cambiante y, afortunadamente todos los días podemos ver cómo la participación ciudadana crece y se organiza independientemente del color político al que pertenezcan las personas, muchas de ellas apolíticas pero comprometidas con la sociedad.

En esta última década que nos ha tocado vivir, hemos visto cómo una terrible crisis económica ha pulverizado a muchas personas dejándolas prácticamente sin nada. Hemos visto caer empresas, pequeños emprendedores, hemos visto cómo muchas ilusiones se venían al suelo. Pero también hemos observado cómo muchas empresas han ganado más dinero que nunca y se incrementó de manera rotunda la brecha de la riqueza recordándome a países de Latinoamérica donde los extremos han traído grandes crisis sociales y sociológicas de difícil solución.

La gente, la gente que mueve el mundo ha salido a la calle a reivindicar sus derechos, han salido quizá de esa resignación que algunos, de manera interesada, llaman “estado de confort”. Hemos visto a pensionistas, a mujeres que reclaman una igualdad real y otras personas que, lamentablemente, no pueden manifestarse como son los niños y niñas de este país.

Ha habido un cambio político; un tsunami, un “antes y un después”, una nueva situación, un auténtico torbellino. Un amigo mío que estaba de viaje en las antípodas desconectando, cuando se “enchufó” a las diferentes redes sociales no daba crédito a lo que estaba sucediendo. Hoy todo cambia a la velocidad de la luz.

Se fue Mariano Rajoy y entró Pedro Sánchez. Ríos de tinta han corrido, miles de palabras se han dicho, cientos de miles de cafés se han servido en los bares en medio de tertulias o discusiones, más o menos acaloradas donde cada uno defiende su tesis, y quizá, todos tengan razón porque también la política muchas veces es según “el cristal con que se mira”.

La política de hoy en día se ha convertido en gestos, mensajes, anuncios, y en algunos casos, encierran un populismo muy difícil de gestionar para las personas que tienen que administrar lo que es de todos. No es fácil contentar a todos los sectores: nunca lo fue.

A los gobiernos que entran se les suele dar “cien días de gracia”. Pero en este caso, Pedro Sánchez no los ha tenido. Yo soy Nacionalista, no pertenezco al PSOE pero creo que se merece un tiempo de confianza por el bien de todos los españoles y españolas que tenemos que ilusionarnos.

Y le doy los cien días de gracia porque el anuncio de la creación de un Comisionado/a que luche por la pobreza infantil es una de las mejores medidas que se han tomado nunca. Hemos sido niños y si queremos justicia social, debemos empezar por la infancia. Es intolerable que en este país desarrollado, niños y niñas se puedan quedar adormitados en las clases por falta de desayunos, que no tengan oportunidad de desarrollarse. Tenemos que atacar las desigualdades que han ido creciendo en esta crisis y donde la infancia ha sido duramente castigada. Creo que toda la sociedad debe estar vigilante para que esta premisa del nuevo gobierno sea de obligado cumplimiento. Medios de comunicación, personas líderes, y la sociedad en general. Es una cuestión de sumar voluntades, de tenerlo como objetivo general y de hoja de ruta inexcusable.

La infancia que vive en la pobreza infantil lleva años siendo un mero indicador, un término, un dato que sirve para rellenar estadísticas desde un despacho. Debemos pasar a la acción toda la sociedad y que las cosas ocurran, que sucedan, que se lleven a cabo.

También, el hecho de que Sánchez nombre a la persona más importante de su gobierno, Vicepresidenta y responsable de Igualdad, es otra medida que no debe quedarse en un gesto sino que debe cambiar el panorama de este país con una legislación justa, inclusiva, de derechos reales, integral y de valores. Este gesto debe estar lleno de medidas urgentes que cambien el contexto social de manera contundente y no de acciones demagógicas que, al final, hacen que se retrase cualquier proceso de igualdad.

Mucho más allá de las formas, solo estas dos acciones hacen que se merezca ese tiempo de confianza política para poder ponerlas en práctica.

La sociedad debe también, cada uno en su entorno, luchar codo a codo porque estos anuncios se conviertan en realidades sociales y se implementen las medidas necesarias para el cumplimiento real de todas estas medidas. Aprovechemos este cambio para cambiar también nosotros. La acción comunitaria debe prevalecer

Ana Oramas dijo algo así como: “nada tiene que ver lo que está pasando fuera y lo que piensa la ciudadanía con este circo en el que se ha convertido la Cámara”. Y la gente espera que de manera inmediata todo mejore, todo sea más justo, muchas cosas cambien se reinventen, sucedan.

Yo, en lo personal si le doy los cien días de confianza al Presidente Sánchez. Las medidas que ha anunciado tienen que ser puestas en marcha hasta, por egoísmo de los que ya pasamos los cincuenta años. Estos niños y niñas que están en el umbral de la pobreza serán los que nos tengan que atender “mañana” cuando no podamos valernos por nosotros mismos y los necesitamos con una carga enorme de justicia y de igualdad.