La renuncia.

19 febrero, 2013 at 6:57

Mi reflexión de hoy. Queridos amigos/as. Decía una canción cubana que » nada es eterno en la vida». Y es cierto. Realmente, si nos ponemos a analizar detenidamente todo es efímero, todo es casi volátil, y todo, aunque no es eterno, siempre tiene una explicación.
En plenos carnavales, justo cuando medio mundo celebraba las fiestas paganas, las fiestas de Don Carnal, las que nos conduce a la Cuaresma, el Papa Benedicto XVI renuncia.
El Papa en su comunicado oficial del Vaticano anuncia que ya se siente cansado para llevar esta enorme responsabilidad. Desde luego que la noticia me dio » vértigo» y pensé como el máximo representante de todos los católicos del mundo renuncia?. Pues así es. Porque nada es eterno en la vida, porque a veces debemos renunciar a situaciones que la vida nos ha puesto porque llega el momento de hacerlo, porque ya se han cumplido etapas, porque ya te has entregado y porque es lo natural. En la vida, siempre que se renuncia a algo voluntariamente es porque otra cosa mejor ( y no me refiero a lo material) te espera.
La palabra » renuncia» está un poco demonizada. Y les voy a poner ejemplos de cuestiones a las que muchas veces tenemos que renunciar para buscar, desde la felicidad a una mejor calidad de vida.
» debes renunciar a los hidratos de carbono» para que controles el peso, la tensión y la glucosa. O » debes renunciar a la vida sedentaria» porque el ejercicio físico es imprescindible. O » no me queda más remedio que renunciar a tu amistad» porque nos hemos dado cuenta que realmente no existía la magia necesaria para llamar a una relación » amistad» o » debo renunciar al cigarrillo» porque ya he fumado lo suficiente en la vida.
En los contratos laborales pasa lo mismo. » renuncie al trabajo que quería y deseaba hacer lo que realmente me gustaba» » he renunciado porque me afectaba muchísimo el ambiente laboral » o » que ganas de renunciar a este trabajo e irme un año sabático por el mundo». Expresiones que alguna vez, seguramente, hemos escuchado.
En la vida todo no se puede tener. La vida fluye más rápida que lenta, la vida está siempre llena de renuncias de cualquier índole: salud, trabajo, relaciones, amor, amistades.
Hace unos meses le pregunté a una amiga mía cuantos números de lotería de Navidad llevaba, y la respuesta de mi amiga fue la siguiente: efrain, este año tuve que renunciar a comprar lotería porque no me lo pude permitir».
Después están las » renuncias obligadas» y esas son tristes y lamentables. Personas que la vida los ha puesto en una situación donde tienen que renunciar por obligación a las cosas más elementales del Dia a día. En estos casos, creo que debe imperar la solidaridad completa, el compartir, el conocer las renuncias de los que te rodean, de los que están más cerca. Todos sabemos que hoy muchas personas han tenido que renunciar a sus hogares, a su alimentación diaria, a su modo de vida más elemental. Aquí es donde debemos aplicarnos para poder hacer todo lo posible para evitar esas » renuncias obligadas». Es en estas situaciones donde vale la pena renunciar para que otros no renuncien.
Somos seres individuales pero nos agrupamos. Todos tenemos nuestras propias renuncias, nuestra realidad diaria, nuestro devenir, nuestro » yo particular»
A lo que no debemos renunciar nunca es a crecer espiritualmente, a disfrutar de los regalos maravillosos que nos pone la vida cada día, a ver el sol, a darle » gracias a la vida que nos ha dado tanto». No debemos renunciar al amanecer, a la puesta de sol, a sentir la lluvia, a regalar una sonrisa, a entregarnos. No debemos renunciar nunca a perder derechos, a ser leales, a la sabiduría, a la lectura, al color, al tiempo que se va deprisa, y a la generosidad. No debemos renunciar a esas cosas simples de la vida que, si las unimos, nos pueden llevar a un estado de felicidad.
Hay una canción de un cantante mexicano llamado José José ( dos veces José) que se titula » he renunciado a ti». Si tienen tiempo la buscan en youtube porque es una clara renuncia, en este caso, al amor.
El Papa Benedicto se retirará a un monasterio a buscar esa felicidad y a rezar porque el mundo sea cada vez más justo, equitativo e igualitario y no tengan que » renunciar» siempre los mismos. Ojalá sus oraciones sean escuchadas y atendidas.
Feliz martes amigos y amigas.

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