La mezquindad y la felicidad son incompatibles.

2 abril, 2013 at 6:20

Mi reflexión de hoy. Queridos amigos y amigas, yo creo que a veces, mucha gente no disfruta de lo que hace porque está más pendiente de los demás, que de lo que realmente están haciendo.
A ver si me explico: «voy al gimnasio porque quiero que los demás me vean bien»,» o me voy de viaje porque quiero que se enteren de lo feliz que soy», o «me pongo esta ropa para que me vean,» o mantengo esta pose para que vean lo espectacular y divino/a que soy.
Querer gustar a los demás no es malo cuando se hace desde la buena intención, pero hacer las cosas para » intentar» incomodar al otro, hace que no se crezca como persona. Es más, yo creo que llega incluso a » anularte».
Es que a veces leo cosas en estas redes sociales del mundo que me producen un sentimiento entre gracia y pena. Mucha gente anuncia acontecimientos en la red social con la intención de que se enteren con cierta mala intención, pero en el fondo, estoy seguro de que son carencias afectivas que tienen. Un autoanálisis siempre viene estupendo.
Y por supuesto que eso tiene remedio. En primer lugar debemos ser » auténticos» siempre. Ya es algo trasnochado el querer producir envidias con acciones nuestras. Ya eso no se usa. Es tan antiguo como el » hilo negro».
En segundo lugar la discreción es un elemento clave. Definitivamente disfrutas más. Cuando haces las cosas porque te producen especial placer a ti que es lo suficiente. Desde que pasas la barrera de querer comunicarlo con una intención poco ortodoxa, ya ahí quien se fastidia a la larga es quien lo hace.
El camino de la felicidad es inmenso y largo. Pero no puedes avanzar si estas pensando en que los demás se enteren que eres feliz, y encima pretendiendo que los demás no lo sean. Craso error.
Hay que simplificar. Si alguien no te importa, sencillamente olvida. Sigue tu camino de la felicidad y desea que las otras personas también lo sean. Alégrate del bien de los demás porque si te alegras de los éxitos de los demás, los tuyos vienen en camino siempre.
Tengo un amiga que dice que » cada quien es feliz con lo que tiene». Y entre más pasa el tiempo más le doy la razón. Debemos agradecer lo que la vida nos da pero sin pretender que la vida le quite nada a los demás.
También estoy bastante convencido que las personas que tienen ese » toque de mezquindad» se buscan entre ellas y se retroalimentan. Mientras que las personas que son el blanco de sus dianas,caminan hacia la felicidad a pasos agigantados hasta perder de vista a esas personas un tanto mezquinas.
Eso es como si yo me fuese de viaje y estuviese durante su duración pensando en la cara que va a poner » tal persona» cuando se entere. Y seguramente » tal persona» está siendo mucho más feliz con algo menos material y más espiritual. Seguramente esa persona es muy feliz en su casa, con su pareja, con su proyecto de vida, con su familia, con una buena conversación donde, estoy seguro, no habla de las personas mezquinas.
Todos los días podemos aprender. Aprendamos que ser feliz implica la valoración personal, implica sacar poco a poco de nuestras mentes algún que otro » mal deseo» implica reconocerte, aceptarte y aceptar a los que te rodean, implica que si al lado de alguien no eres feliz por más que lo intentes debes tener la generosidad de saberte alejar sin dañar y seguir tu camino hacia la felicidad.
Y la verdad, amigos y amigas, no se porque estoy hoy escribiendo esto. Pero lo escrito, escrito queda.
Feliz martes a todos y a todas, y venga!!!! a intentar ser feliz que es gratis. Un abrazo.

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