La ensaladilla rusa
Mi reflexión de hoy.
Queridos amigos, amigas y confidentes. Ayer estaba hablando de cosas domésticas con una amiga mía y me dijo que estaba preparando una ensaladilla rusa para que fuera a comer a su casa y me dice: espera que voy a abrir la lata de piña». Yo le dije que la ensaladilla rusa no llevaba piña.
La respuesta de mi amiga fue la siguiente: ¿ y tu como lo sabes? Acaso viviste en Moscú?
Pues se me ocurrió, como ustedes pueden comprobarlo, colgar dicha frase en mi facebook y nos reímos un rato de la ocurrencia de mi amiga. Más de 75 comentarios.
Yo creo que la ensaladilla rusa ha marcado nuestras vidas. A ver: quien no recuerda a esa madre o a esa abuela haciendo una suculenta ensaladilla rusa con las papas que sobraron del almuerzo?. La ensaladilla rusa ha sido un invento especial para nosotros que nos gustan tanto las papas y que no se pueden desaprovechar.
Yo recuerdo los domingos en mi pueblo Gomero de Vallehermoso, que mi madre hacia una ensaladilla rusa, un caldero de arroz blanco con huevos fritos encima y nos íbamos para la playa del pueblo o para el monte. Recuerdo una prima mía que no comía cebolla y lo pasaba mal, pero mi madre siempre hacia un poco de ensaladilla rusa sin cebolla para mi prima y yo siempre me preguntaba que porque no le gustaba la cebolla.
Yo creo que la ensaladilla rusa ha quedado relegada porque la hemos adoptado como algo » muy nuestro». No pasa lo mismo con las pizzas que la hemos elevado a los altares pero la ensaladilla rusa es testigo de que a veces la utilizamos cuando sobran papas. Y ella siempre tan agradecida y sabrosa.
Por eso es que tenemos que darle a la ensaladilla rusa el lugar que se merece. Se acabó se poner la ensaladilla así sin una decoración. A partir de ahora, queridos amigos, tenemos que mimarla, decorarla, hablarle, darle nuestros agradecimientos.
Una vez me emocioné en un restaurante cuando leí en el menú que servían » rusian salad» por supuesto que la pedí para mi decepción. Pensé para mis adentros: aquí tendría que venir mi madre a enseñarles a estos como se hace una auténtica ensaladilla rusa».
Mi amiga que cocina como los ángeles me agradará hoy con una ensaladilla rusa con ese toque de piña tropical que seguro estará deliciosa. Porque no hay un condimento más especial para cualquier plato que el cariño.
En Venezuela también se come la ensaladilla rusa y se hace un derivado de ensalada de gallina que la sirven en Navidad. Es muy parecida a la ensaladilla rusa pero con ese toque venezolano navideño.
En Uruguay y Argentina recuerdo cuando he comido en algún restaurante de carnes que en las guarniciones te servían siempre ensaladilla rusa absolutamente deliciosa.
Por eso, amigos y amigas, que mejor que este fin de semana elaborar una ensaladilla rusa y agradecerle haber crecido con ella, junto a ella y alegrar nuestras mesas.
Pues nada amigos que viva la ensaladilla rusa que tan feliz nos ha echo en décadas y décadas.
Si quieren amigos y amigas, pueden comentar algún recuerdo que tengan de la maravillosa ensaladilla rusa.
Feliz viernes.