Dosis de optimismo
Mi reflexión de hoy. Tengo un amigo que, ! Quien lo diría! Cuando nos conocimos, que seriamos tan buenos amigos. Y digo, quien lo diría¡ Porque somos totalmente diferentes. Su concepto vital es distinto al mio, sus prioridades en la vida no son las mías, sus aficiones nada tienen que ver con mis gustos, lo que le puede preocupar a él para mi es anecdótico, y su forma de medir el tiempo no coincide con la mía.
Pero es mi amigo. Y es mi amigo porque todos los días aprendo cosas nuevas que me hacen reflexionar y que a veces pongo en practica.
He aprendido con él que con muy poca cosa se puede ser feliz. Me ha enseñado, sin saber que lo hacia , a vivir un poco mas despacio, a aprender a disfrutar momentos y situaciones en la vida que ya se me habían olvidado. Por ejemplo, el otro Dia le dije que estaba caminando por Candelaria y me dice: » que bueno que puedes oler el mar». Y reflexioné de los años que llevo transitando la misma ruta y voy tan rápido que se me olvida oler el mar. O la pasión que le impregna a las cosas mas sencillas ( quizá en eso si coincidamos). Todo lo que hace lo llena de vitalidad, de entusiasmo, de ganas de vivir, de bondad. Y desde luego, de eso he aprendido de él.
Seguramente no leerá esta reflexión, tampoco lo hago para que suceda así, pero ese mensaje nocturno que dice » que descanses» me suena a un canto gregoriano porque sé que lo dice con un gran sentimiento, con el corazón y poniendo toda el alma.
Mi amigo tiene sueños, sueños de proyectos, de un mundo mejor, de lealtad, sueños de justicia, sueños de felicidad, sueños atlánticos.
Mi amigo me da todos los días esa dosis de optimismo que, sin darse cuenta me proyecta y que yo recibo especialmente y que me ayudan a poder continuar día a día.
Aunque he personalizado esto en » mi amigo» debo decir que soy bastante afortunado en tener muchas personas a mi alrededor que, como mi amigo, me impregnan todos los días de vitalidad o lo que es igual » de ganas de vivir».
Mi reflexión de hoy es para mi amigo que dá todo por nada y por ende a todas aquellas personas que me ayudan a vivir intensamente.
Un vital abrazo a todo/as.