Cloruro sódico.
Mi reflexión de hoy. Queridos amigos amigas y confidentes. » controlar el consumo de sal alarga la vida». Esto me dijo ayer una amiga mía que vino a mi casa a verme, a estar un rato compartiendo y también se animó a cocinar conmigo.
Yo normalmente cocino para varios días. Hago lentejas, potajes, dejo las ensaladas ya hechas sin aliñar, pescado, en fin, miro como están las cosas y dependiendo del mercado me meto en los fogones para tener los almuerzos y algunas cenas listas. Descongelar y dejarlo para calentar, comer y seguir.
Ayer me quedaba un poco de cherne salado y me dispuse a cocinarlo mientras mi amiga me ayudaba a preparar la salsa con la que cocinaría el pescado y de repente me dijo: efrain, si controlas el consumo de sal vivirás más.
Me explicó que cuando ya uno tiene una edad, la sal se vuelve enemiga del organismo. Te sube la tensión arterial, puedes tener problemas de riñón, es malísima para la hidratación de la piel, te puede afectar la vista y un largo etcétera de contraindicaciones que me indicaba mi amiga mientras yo miraba los trozos de cherne salado y no sabía si meterlos en el caldero o desecharlos.
Mi amiga siguió dándome los consejos de los sustitutos de la sal. Me indicó que mejor era comprar el pescado fresco y aderezarlo con limón o con hierbas aromáticas. » con la cantidad de yerbabuena que tienes en tu finca Efra» me espetó mi amiga.
Yo escuchaba mientras lloraba por culpa de la cebolla morada. No precisamente por los consejos que me estaba dando con respecto a la sal. Ella se afanaba en un pimentón y mientras troceábamos los aliños para la salsa, seguía sermoneandome sobre los abusos de la sal.
Después pasó a explicarme de el porqué de las salazones de pescados y otros alimentos. Me contó que eso se hacía antes cuando no había refrigeración para los alimentos.
Ya los trocitos de cherne estaban en el caldero con una salsa maravillosa. Y mientras el cherne se cocinaba y desprendía unos olores dignos de la mejor cocina, ella seguía con su rollo de la sal.
Nos sentamos para seguir conversando y de vez en cuando yo me levantaba para mirar el desarrollo del caldero con el cherne maravilloso y por supuesto, totalmente desalado.
Seguimos hablando de muchas cosas pero hilo conductor de la conversación vespertina fue el consumo de sal. También decía de que realmente es necesario consumir la sal que necesitamos en nuestro organismo pero insistía en la moderación.
De repente me dio un arrebato y le dije: » mira, este cherne me quedó tan sabroso que sintiéndolo mucho querida amiga me lo comeré mañana con unas papas bonitas de Arafo que me regalaron con mucho cariño. Así que mañana no hagas planes que almorzamos los dos aquí».
Ella me miró y me dice: » ay Efra soy un poco coñazo verdad?» Yo le contesté que tenía toda la razón del mundo y que ya con una edad teníamos que controlarnos definitivamente.
Le prometí que, aunque yo cocinaba todo muy bajo de sal, le haría caso y evitaría en lo posible la ingesta de cloruro de sodio. Cuando dije lo de cloruro de sodio ( lo leí en el paquete de sal) mi amiga soltó una sonora carcajada.
Yo pensé para mis adentros: mira bonita: con lo rico que es un trozo de cherne salado con unas papas bonitas para mojar en la salsa voy a hacerte caso yo ahora a ti. Ni lo sueñes.
Así que hoy almorzaré con mi amiga el menú que anteriormente les dije.
Antes de irse me dice, Efra, déjame probar la salsa. Y su respuesta fue: está perfecta de sal. Se puede comer.
¿Pueden creer que cuando mi amiga se fue yo me quedé investigando sobre la sal y sus contraindicaciones en Wikipedia ? Es que ……..
Aparte de que nos tenemos que cuidar, también es cierto que a medida que pasan los años nos volvemos un poco más neuróticos. Cosas de la edad y de la sal.
Feliz martes amigos y amigas.