Carnaval: victorias y derrotas.
Mi reflexión de hoy. Queridos amigos y amigas, ahora en los carnavales existen, como todos sabemos, una serie de concursos: murgas, comparsas, rondallas, elecciones de reinas, concurso de disfraces etc, y como en todo concurso o competición, siempre hay un veredicto que otorga un jurado, que a veces se llama » fallo» y que determinan quienes son los ganadores de todas estas modalidades.
Ayer, pude estar con muchos directores de agrupaciones carnavaleras en un acto y como siempre, absolutamente cariñosos conmigo y con el resto de las personas que allí estaban, pero noté en algunas de estas maravillosas personas actitudes que me hacen reflexionar.
Yo creo que las victorias siempre tenemos que administrarlas con humildad. Supongo que cuando te llega una victoria es porque la has trabajado, pero si después no eres humilde, creo que esa victoria no es completa, no la disfrutas del todo, no te engrandece. «Una victoria puede ser el principio de una derrota», me decía una vez un amigo mío. Por eso, si las victorias las recibimos con humildad bien administrada, les puedo asegurar que nos hace más grandes siempre. Las victorias con dosis de soberbia tienen un sabor muy amargo, y es una pena que no se pueda disfrutar el dulce sabor de la victoria. Aprendí hace unos meses atrás, que las victorias deben ser magnánimas. Me lo hizo saber el campeón de España de Boxeo Ibrahim López, quien me dio una lección de humildad en la victoria con su posterior actitud llena de agradecimientos.
También creo que las derrotas a veces las magnificamos. De las derrotas se aprende para , posteriormente, poder llegar a la victoria. Somos nosotros en nuestro interior los que nos podemos sentir derrotados o no. Somos nosotros los que debemos analizar el porqué de las cosas para seguir mejorando. Las derrotas siempre enseñan más que las victorias. Las derrotas deben hacernos impulsar hasta conseguir la excelencia. No sólo en el carnaval sino en cualquier situación de la vida. Hoy, hay países que son muy poderosos y que están marcando el compás de la economia europea y que se hicieron a sí mismos después de grandes derrotas, y estamos hablando de sucesos terribles que cambiaron parte de la humanidad.
Cuantas veces nos hemos equivocado y hemos aprendido muchísimo? La vida tiene ese camino de aprendizaje que, muchas veces lo vivimos cuando no ganamos.
Yo siempre pienso que cuando se trabaja por un objetivo no hay vencedores ni vencidos. Nosotros en nuestro interior podemos visualizar las victorias. En el caso del carnaval, es una gran victoria poder salir, estar todos unidos, preparar proyectos de cara al futuro, ilusionarnos, sonreír, regalar lo que mejor sabemos hacer, ayudarnos en los espacios donde nos toca convivir, ser una gran familia. Si visualizamos eso, les puedo asegurar que al final hemos salido victoriosos.
El orgullo de haberlo hecho lo mejor posible no hay nadie que lo pueda quitar, el orgullo de aportar tampoco lo puede quitar nadie, el sentimiento de estar vivos es una sensación que no podemos perder de vista porque, amigos, que suerte que estamos vivos y que la vida nos regala todos los días algo diferente, algo sensacional. Piensen, queridos amigos del carnaval, la enorme alegría que regalarán este viernes en la Cabalgata cuando miles y miles de personas esperen horas en la calle para verlos pasar: niños, personas mayores, familias completas, personas que se olvidarán de sus sufrimientos cuando vean las sonrisas de las murgas, el ritmo de las comparsas, el sonido de las rondallas, el brillo de las carrozas, la música de los coches engalanados, la ilusión de los personajes del carnaval. Eso no se puede pagar con todo el dinero del mundo. Eso es la mayor de las victorias.
Es por eso, que en todos los concursos hay veredictos o fallos, que hay unos miembros del jurado que son humanos, que nunca llueve a gusto de todos ( siempre es y será así) y es por eso que, sinceramente, creo que el mismo día del entierro de la sardina ya todo está olvidado y pasamos a otra cosa.
Siéntanse todos ganadores. En definitiva creo que así los visualizamos todos. Que ya todos son ganadores.
En el carnaval hay gente comprometida, dedicada, fantástica, humana, pero lo que estoy seguro que no hay son: vencedores y vencidos.
Prepárense este viernes para que toda la isla de Tenerife les brinde el más cariñoso de los aplausos a todos los ganadores del carnaval, a la gente que repartirá alegría por las calles, a los que nos harán olvidar por unas horas de nuestros » particulares mundos». Sobre prepárense para ver a los niños verlos pasar con un algodón de azúcar, una manzana caramelizada, unas chucherías, y unos ojos más abiertos de lo normal por el asombro y la alegría que les van a impregnar.
Un abrazo a todos mis ganadores del carnaval sin excepción.