Azafatas y auxiliares de vuelo.
Mi reflexión de hoy.
Queridos amigos, amigas y confidentes. El mundo de la aviación ha cambiado muchísimo. Desde luego que se ha avanzado en nuevos equipos, en nuevas técnicas, en nuevos aviones, pero hoy me quiero referir a las azafatas o lo que se denominan ahora, » auxiliares de vuelo». Por supuesto que yo me niego a cambiarle el nombre a una profesión que ha sido un auténtico icono.
¿Recuerdan cuando estas beldades impecablemente vestidas nos hacían la demostración señalando las salidas de emergencia?: » este avión dispone de cuatro puertas de emergencia, dos en la parte delantera y dos en la parte trasera» ya cuando llegaban a la parte demostrativa con la mascarilla de oxígeno era el éxtasis total. Todo el mundo pendiente de ellas y ellas miraban al fondo del avión. Ahora esa maravillosa explicación ha sido sustituida por unos dibujos animados japoneses que los ponen con un sonido femenino de ultratumba que a veces producen miedo. Hay que recuerdos tan maravillosos esas azafatas haciendo la demostración en vivo.!!!!!
Es que antes cualquiera no podía ser azafata y eran elegidas. Tenían que saber muchísimas normas de urbanidad, protocolo, saber estar. La Biblia de cualquier azafata de prestigio era el » Harper’s Bazaar», mientras que en mi ultimo vuelo, cuando ya estaba llegando a Tenerife y fui al baño, pude observar con autentico estupor como una azafata se estudiaba una revista llamada » que me dices».El dominio de los idiomas era totalmente fundamental. Pero sobre todo, debían ser objeto del más fino deseo. Ellas no caminaban por los pasillos de los aviones, sencillamente » flotaban». Las azafatas eran auténticos iconos.
Recuerdo a mucha gente en Tenerife que iban de paseo al aeropuerto de los rodeos a ver llegar los aviones y se tomaban un café en el bar para poder ver salir a las azafatas. Las nórdicas se llevaban la palma y eran las más admiradas. Ahora, como van tan neutras, tan minimalistas, tan normales, se confunden con los pasajeros. Es que ahora son de andar por casa. No me cabe duda que son grandes profesionales, pero el mito de las azafatas maravillosas ha finalizado hace unos años.
Hace unos años, mejor dicho, décadas, se miraba a las azafatas con envidia. Eran deseadas, eran guapas, tenían un gran estilo. Sus uniformes no eran uniformes, eran un canto a la » Houte couture». Ahora las puedo ver con tristeza ofreciendo surtidos ibéricos y vino de Rioja por 15 euros. Un auténtico espanto.
Antes las azafatas imponían. Realmente los pasillos de los vuelos intercontinentales se convertían en una auténtica pasarela de moda donde repartían estilo, sonrisas, y glamour total vestidas de los grandes diseñadores de la época. Ahora se han tenido que volver expertas en el manejo del datafono y de los menús bocadillos, propuestas de comidas calientes, pausas dulces o snacks salados.
Un amigo me cuenta que en una compañía de bajo coste, las auxiliares de vuelo pasan ofreciendo a los sufridos pasajeros » rasca/rascas» de la suerte. Todo un horror.
Los zapatos planos se han impuesto ahora que prevalece el ir cómodas antes que el glamour. Ellas a veces van más cómodas que los mismos pasajeros. En mi último vuelo pude escuchar cuando una azafata muy folclórica le preguntó a la otra » niña me dejas un coletero.? Se puso su coletero y sus trabas delante de todos los pasajeros y hala¡! A despachar como en cualquier chiringuito de playa.
Ellas ahora van provistas de una riñonera con monedas para dar el cambio. La próxima vez que viajen les pido que se fijen en la riñonera. No tiene desperdicio. Es que no sé como algunas amigas mías blogers expertas en estilo y tendencias que son hiper mega viajadas no se han dado cuenta de estos detalles y nos han ofrecido ya un post.
Ellas ahora van con el pelo llenos de trabas. Ellas antes iban peinadas de peluquería, tacones, uniformes de Balenciaga, Valentino, Chanel, Dior, Lacroix. Ahora van de Domínguez Basic.
Yo creo que volar debería seguir siendo un misterio. Realmente que un » pájaro» tan enorme eleve el vuelo ya es un misterio y retrocedería en el tiempo. Para mi las azafatas deberían ser auténticas top models de los veinte mil pies de altura, deberían encerrar un halo de glamour, deberían desfilar continuamente, estar en poses como si las fueran a fotografiar miles de cámaras, hablar dulcemente. Deberían volver a ser divinamente deseadas y casi inalcanzables. Esas sonrisas » colgate» ofreciendo café o te han pasado a la historia de la aviación civil.
Ahora más que nunca, las compañías Low cost deberían no escatimar en el personal. No deberían escatimar en hacernos sentir felices cuando volamos. Deberían volver a obsequiarnos aunque sea » un canapé » para sentirnos los reyes del aire. Deberían coger el vino de tetrabric, colocarlo en botellas de cristal y ofrecerlos como en las bodas de Caná. Deberían decirnos que si nos apetece tomar alguna » gaseosa» o bebida carbonatada aunque fuesen esos refrescos caseros que se preparan con polvos. Deberían tener más imaginación y dependiendo de donde salga el avión ofrecernos algo con total glamour.
Por ejemplo, si el avión sale de la Habana, trocitos de dulce de guayaba » Conchita» si sale de Tenerife, dulces Laguneros si sale de Marruecos dátiles, si sale de Sevilla polvorones, si sale de Mallorca ensaimadas, o de Madrid unos churros dulces. Todos estos dulces deberían ser muy diminutos. Ellos ahorrarían costes pero es que a nosotros nos gusta sentirnos importantes siempre. Así nos llevamos un recuerdo dulce y desearíamos volver. Deberían volver a hacernos creer que somos realmente importantes.
Fíjense que barato saldría. Un refresquito de polvos, un mini churro, y una sonrisa. Y nosotros los reyes de las alturas.
La profesionalidad de las auxiliares de vuelo de hoy en día repito que está fuera de toda duda, por supuesto. Ellas deben estudiar muchísimo para acceder a un puesto de trabajo cada vez más escaso y precario, sobre todo con Canarias. Hablo de las diferencias de estilo de una época a otra.
Hay amigos amigas y confidentes, ¡como han cambiado las cosas!. Pero nos quedan esos recuerdos imborrables fantásticos y maravillosos del mundo de la aviación cuando era auténtico glamour. Me cuentan que las compañías asiáticas sobre todo, siguen manteniendo la belleza y la amabilidad como principal premisa. Me dicen que nada más sentarte te ofrecen una toallita húmeda y perfumada para la cara y las manos como diciendo : » bienvenidos al mágico mundo de la aviación» le esperan 11 horas de auténtico relax así que…..póngase cómodos».