El bocadillo de sardinas.
Mi reflexión de hoy. Ayer fue un día de esos » mágicos» donde, de repente surgen las buenas noticias y no hay nadie que te eche a perder ese magnífico día, aunque lo intenten.
En la mañana, me llaman de Madrid, vía Tenerife, para darme la buena noticia de que un proyecto que se estaba fraguando está viendo la luz y muy pronto se podrá hacer realidad. El trabajo en equipo siempre funciona.
El amigo de mi amigo Franko ( o sea mi amigo) afortunadamente está mejor. Nos dio un gran susto el domingo por la noche pero ya hoy mi amigo Franko estaba de mejor humor y muchísimo más optimista al ver que su compañero se recuperaba. Pero por supuesto que todo saldrá bien.
Mi hermano me llamó de Caracas con una muy buena noticia familiar. Eso fue como a la una de la tarde. Las buenas noticias que llegan desde lejos son más impactantes.
Mi madre me llamó también y desde que llegó a la península, como por arte de magia, le desapareció esa gripe que llevaba arrastrando unas semanas. Es que a veces hay magia.
Salió una noticia en la prensa que verdaderamente me emocionó. Las buenas emociones hay que vivirlas siempre. Dejar que fluyan.
David Pérez, el compañero que trabaja con nosotros en Informatica sigue feliz después de que le apareció el perro que se le perdió el sábado y gracias a las redes sociales fue encontrado. Las redes sociales dan muchas alegrías.
Tuvimos varias reuniones muy productivas donde, hemos podido comprobar, que con poco se puede hacer mucho. Y así lo vamos a hacer. Crecer y multiplicar.
Un amigo mío que es un pequeño empresario se tomó un café conmigo en el bar donde yo estaba comiendo y le dije, ¿ que te pasa.? Tienes la cara iluminada. Y me contestó » ¡¡¡ es que tenía pendiente una deuda importante para mi empresa y me pagaron hoy¡!! Desde que llegue a la oficina pago todo lo que debo y esta noche duermo tranquilo. ¡ que bueno es dormir tranquilo!.
Me llegó un libro que había pedido por internet que yo pensé que jamás me llegaría. Hacía cómo dos meses que lo había solicitado y….al fin llegó
Salí a caminar y me encontré con gente que tenía mucho tiempo que no veía. Sonrisas, saludos, miradas, más sonrisas. Que bueno es cuando la gente sonríe.
Fui a la Cope con mi amigo Juan Carlos Armas a una entrevista, y al salir nos tomamos un cafecito en el restaurante que está en el Centro Comercial Nuestra Señora de África. Como a la media hora me llama Juan Carlos para decirme que había perdido el iPad, que seguro se le había quedado en el restaurante. Inmediatamente llamé a la emisora de radio para que me hicieran el favor de bajar a ver » si por casualidad» todavía seguía el iPad ahí. Melissa Torres, la siempre amiga Melissa inmediatamente movilizó y a los cinco minutos me llama para decirme: «dile a Juan Carlos que no se preocupe que su iPad lo habían guardado en el restaurante y está en la emisora». Los móviles e iPad a veces dan disgustos.
Es que hay gente buena, honrada, leal , fantástica, maravillosa, increíble.
Yo, en honor a todas esas buenas noticias me » di» uno de los caprichos que más me pueden gustar aunque les parezca increíble y que hacia días rondaba por mi cabeza. Me preparé un súper bocadillo de sardinas en aceite de oliva ( les puedo asegurar que es una debilidad para mi).
Me fui a una venta de la carretera vieja de Candelaria y busqué dos latas de sardinas en aceite de oliva » Isabel» y un pan de pueblo o también denominado» gallego». Llegué a mi casa, me duché porque venía de caminar, me puse una » ropa de andar por casa», abrí el pan, le puse unas rodajas de tomate, abrí las latas de sardinas, le dejé escurrir el aceite en el pan y……….. Me puse morado. Disfruté de cada bocado, de cada sensación, disfruté muchísimo ese momento.
Después en Facebook, alguien puso una » estupidez» estúpida. Pero tenía tal subidon de » buenas noticias» que por esta vez, no le salió bien el plan de «intentar incordiar.»
No hay nada como unas buenas noticias y un bocadillo de sardinas en aceite que te escurra por las comisuras de los labios.
Feliz día amigos y amigas.