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En vez de “Pregonar”, debemos “Practicar”.

11 julio, 2020 at 7:45

En vez de “Pregonar” debemos “Practicar”.


Hoy deseo contarles una experiencia vital, con alma, de gente absolutamente comprometida que, en vez de “pregonar” para quedar muy bien “ante la galería”, creen firmemente que otro mundo es posible, que tenemos que cuidar el planeta porque no tiene un recambio y porque todos tenemos que involucrarnos. Si esperamos por la clase política para remediar el daño ecológico, puede ser que lleguemos tarde. Existen fotos que venden muy poco y muchos intereses escondidos que chocan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para no herir susceptibilidades, me refiero a Donald Trump, Bolsonaro… Pero también podríamos referirnos a un Concejal de Medio Ambiente que lo pusieron en algún ayuntamiento para cubrir una determinada cuota de poder. Afortunadamente cada vez ocurre menos… Afortunadamente.


Yo los conocí en un Coworking por la zona de La Concepción en Santa Cruz de Tenerife, en una trasera de la calle Castillo. Recuerdo que íbamos a una visita de media hora de duración y nos quedamos tres horas. Víktor y Raquel, o Raquel y Víktor. Él hablaba de sostenibilidad, de Desarrollo Sostenible, de Moda con Responsabilidad Social y ella, fue para mí, un auténtico descubrimiento porque, justo lo que me explicó Víktor pude verlo en el trabajo de Raquel con una moda sostenible, reutilizando, customizando y averiguando la huella de carbono del textil. Después nos vimos en ferias, en charlas, en Phe Festival del Puerto de la Cruz, en sus ilusiones, en sus luchas, en sus sueños…. En algunos, tuve la dicha de estar, Porque fue una auténtica dicha.


En el confinamiento, Raquel me llamó un día muy preocupada por el daño que podrían ocasionar, tanto las mascarillas quirúrgicas como los guantes de plástico a nuestro ecosistema con grandes daños medioambientales, a nuestros océanos, al desecharlas de manera inadecuada… Y me contó su proyecto, su idea convertida en modelo de economía circular, economía verde y con Responsabilidad. Una semana después, leí en un periódico internacional el problema… Pero yo lo conocí de primera mano por Raquel.


Así es cómo surge el nuevo artículo de esta empresa española, canaria y de Tenerife llamada “Rewinder” (antes Quiquere), una mascarilla para adultos y niños de la que ha vendido más de 125.000 unidades. Certificada, reutilizable, hidrófuga y confeccionada en algodón 100% orgánico y pensando en el desarrollo sostenible de nuestro planeta nació Rewinder40.


Porque el objetivo de Raquel y Víktor es cuidar el medio ambiente y buscar una mejora del entorno social. Por eso, desde el inicio de la pandemia de la Covid-19, no pararon hasta dar con alternativas sostenibles que permitieran ayudar en la lucha contra la propagación del virus, y que combinaran la seguridad personal con el cuidado medioambiental, apoyándose en la reactivación de la economía local con la calidad del sello Hecho en España.


Los ‘rewinders’, como ellos llaman a las personas que ya tienen sus mascarillas, han hecho posible un ahorro de unos 5.000.000 de los modelos de un solo uso que, probablemente, hubieran terminado en mares y océanos. Ellos lo han hecho posible gracias a su inversión en I+D apoyada en importantes industrias textiles de nuestro país que han creído en el proyecto.


Nos protegen de forma segura, de la inhalación y de la exhalación, gracias a sus dos capas de suave algodón ecológico con tratamiento hidrófugo que dotan a la mascarilla de un gran poder de filtración y, quizás, la mejor respirabilidad del mercado. Te proteges tú y a los demás con un tejido que repele al cien por cien todo tipo de líquidos, desde agua hasta aceite. Además, tiene gran capacidad de ajuste facial y una goma suave para garantizar, también, la comodidad sin perder protección.


Raquel y Víktor no han dudado en utilizar la nueva tecnología para posicionarse en el mercado y este modelo puede adquirirse a través de la tienda online de Rewinder (www.rewinder.eco), en farmacias, así como en otros establecimientos recogidos en la plataforma digital. Permite hasta 40 lavados a 60 grados, tanto a mano como a máquina. Para usarla solo hay que plancharla antes del primer uso o una vez seca tras cada lavado, porque es la forma de reactivar las partículas del tratamiento hidrófugo.


Ahora, están con un nuevo lanzamiento en sus dos colores, blanco y el negro, la combinación de mascarilla y bolsita, muy útil para que no se contamine y puedas mantenerla aislada cuando no la estés usando. Mascarilla y bolsita son de algodón hidrofugado (100% repelente de líquidos).


Así, Raquel y Víktor, Víktor y Raquel, trabajan para impulsar un cambio de conducta en las personas, tanto desde el punto de vista medioambiental como social, y promueven la economía circular. Y seguirán día a día empeñados en ello con Rewinder, que ya es referencia en el diseño y confección de ecobolsas y complementos para el hogar, la industria y el comercio que sustituyan al plástico.


Porque los dos lo tienen claro: ser sostenible, ser responsable y ser consciente depende de nosotros y necesita de nuestra acción. “Solo así construimos el presente y amaremos nuestro futuro”, me cuentan llenos de entusiasmo. Estamos en un momento crucial para empezar. Como dicen ellos, toca que te cuides y que nos cuides; la historia nos pone delante la oportunidad de resetear, tenemos un presente nuevo por construir y podemos hacerlo juntos.


Ellos ya han empezado a construir ese presente. Además, en su compromiso social, destinan un porcentaje de sus beneficios a Cruz Roja y Aldeas Infantiles, con quienes han firmado acuerdos de colaboración. Además, se han aliado con asociaciones como Envera para apoyarles en su objetivo de fomentar la inserción laboral de personas con discapacidad.


Y por cada ecobolsa vendida, se han propuesto plantar un árbol y compensar su huella de carbono.


Por mi parte, siempre les agradeceré que me hiciesen entender la posibilidad de un mundo más justo, más responsable, más humano, con más responsabilidad y donde todos tengamos cabida. En definitiva, se trata de que, cuando nos coloquemos una mascarilla, sepamos que podemos ser responsables y solidarios. La sonrisa de Raquel confeccionando moda sostenible siempre quedará en mi memoria. Ha habido muchas incomprensiones en sus proyectos, pero al final, la constancia y la responsabilidad tienen premio.



La vida después del confinamiento.

4 julio, 2020 at 8:43

En estos meses hemos oído frecuentemente que el Covid-19 es una advertencia de los daños que le estamos ocasionando al planeta. Seguramente no será así, pero es obvio que nuestra vida ha cambiado y que hemos evolucionado o involucionado. Lo que es innegable es el cambio que hemos experimentado en nuestras vidas y en nuestras mentes. Ya nada volverá a ser lo mismo. Ya, al potaje de lentejas le encontraremos otro sabor, otro olor, otra sensación. Ahora, el tejido social debe ser más fuerte porque nos hemos dado cuenta de que en solitario, quizá, no llegaremos a alcanzar los objetivos. Debemos buscar un modelo de tolerancia, de diversidad y de igualdad social que nos genere felicidad. Hay que estar vigilantes para que nadie se quede en el camino. Esa debería ser ahora nuestra premisa. Y también cuidarnos, mirar a nuestro alrededor y sentir como propios los problemas que tenemos cerca de nosotros. Como dice una gran amiga mía, @EtiKMaite, a quien recomiendo que sigan, hay que “utilizar un lenguaje compasivo” que no es lo mismo que “compasión”. El lenguaje compasivo es ponerse en el lugar de la otra persona y convertir lo negativo en positivo.

Hemos vivido una inmensa espiral de dolor y soledad. Tenemos una memoria bastante corta en el tiempo y muy selectiva, por lo que tendremos que ejercitarla para sacar una enorme enseñanza de lo que nos ha tocado vivir y que, posiblemente, se podrá repetir, aunque no sea en una pandemia, sino en cambios sociales absolutos. Aprender de todo lo que nos ha pasado deberá ser un libro de texto en nuestras vidas.

De repente, nos hemos dado cuenta de que somos menos poderosos de lo que realmente pensábamos. Todo nos puede cambiar en cuestión de segundos, por lo que debemos ponerle una mayor intensidad a nuestras vidas, sobre todo, en los momentos asertivos que nos acontecen. Somos seres minúsculos y muy vulnerables y esto no cambiará. Quizá nunca habíamos tenido a la muerte mirándonos tan cerca, tan pegada a nosotros.

No estábamos preparados para la solidaridad. Lo vimos en los respiradores artificiales, lo observamos en las mascarillas, vimos cómo se acaparaban los geles hidroalcohólicos, el papel higiénico y los alimentos de primera necesidad. Nuestro sistema debe cambiar. No estamos solos en este planeta y debe ser obligatorio y urgente cuidar sus nortes, sus sures, sus estes y sus oestes. Es una imperiosa necesidad. Es inaplazable porque es una cuestión de supervivencia.

El mundo lo ha comprendido. Un suceso que ocurrió en los Estados Unidos como fue la muerte de un ciudadano de raza negra a manos de la policía, se convirtió en un episodio global. Esto deberá ser así para muchas más situaciones porque formamos “parte de un todo”. Estamos viendo como países del primer mundo han quedado pulverizados ante esta pandemia y muchas personas buscan sus orígenes, sus aldeas o sus pueblos para sentirse más seguros. Estados Unidos, por ejemplo, ha quedado en franca evidencia, siendo el país del mundo con más muertes y un mayor número de contagios. Los sistemas económicos deben priorizar sus acciones para garantizar los sistemas sociales potentes y luchar por un estado de bienestar para la humanidad y preservar derechos que son primordiales. Llegó la hora de “practicar y no pregonar”. Menos ‘cumbres’ y más soluciones.

Formamos parte del planeta “Tierra”. ¿Se imaginan que me cortase un brazo o una oreja? No lo hago porque forma parte de mi cuerpo. Pues exactamente igual debemos hacer con nuestro planeta porque formamos parte de él.

Hemos extrañado un abrazo, una voz, una caricia, una mirada, una sonrisa, una canción, un remanso de paz. Ahora nos toca valorarla inmensamente. Cuando nos podamos volver a besar, a acariciar o a amar, hagámoslo con toda la intensidad que nos sea posible. Ese momento es único y nunca volverá. Vendrán otros, pero ninguno será como el que hemos vivido

Es posible que la economía cambie porque tenemos que darle valor a lo más cercano, a nuestro entorno, a la economía social, a la economía circular. Cualquier sistema económico debe generarnos felicidad y conciliación. Si no es así, quizá no nos sirva. La huella de carbono de cualquier prenda debe ser una práctica habitual. Si una camiseta cuesta dos euros y está fabricada en Bangladesh, tenemos que saber que seguramente estemos contribuyendo a la más terrible de las explotaciones. Debe importarnos. Menos, es más. Los hábitos habrá que cambiarlos y, a lo mejor, con tres pantalones vaqueros es suficiente…Quizá ¡¡¡ Si tenemos 15 Jeans, algo está fallando!!!. No se trata ni de “ derechas” ni de “izquierdas”. La felicidad no tiene color político; el odio si.

El Desarrollo Comunitario, el impulso a la comunidad desde nuestro ámbito y el compartir afectos, respaldos, adhesiones y apoyar al Tercer Sector para que su trabajo tenga un interés comunitario, debe hacernos sentir que estamos aquí para contribuir a una vida más pletórica.

Debemos cambiar nosotros para poder hacer cambiar el mundo. Si las lentejas nos producen el mismo sabor, si seguimos comprando camisetas a tres euros sin preguntarnos su procedencia, si odiamos, si nos metemos en nuestra caja de cristal y cerramos los ojos, entonces la pandemia no se habrá marchado. La pandemia se irá definitivamente cuando logremos cambiar para intentar hacer felices a los demás. Ese es el auténtico secreto de la felicidad, que, por cierto, es muy efímera. Disfruten de la vida.

Día del Orgullo LGTBI

28 junio, 2020 at 20:59

Hoy se conmemora el (Día Internacional del Orgullo,LGTBI) que recuerda los disturbios de StoneWall y que marcan el inicio de las reivindicaciones del colectivo LGTBI) y la igualdad de derechos, además de la no discriminación por motivos de orientación sexual.

Hoy, tenemos que estar mas vigilantes que nunca porque se abren nuevos frentes. Primero, debemos decir alto y claro que ser homosexual no lleva implícito tener una determinada inclinación política. y lo expreso porque algunas formaciones intentan apropiarse de la diversidad, llegando a ser excluyentes. Flaco favor nos estamos haciendo en un mundo donde la intolerancia sigue campando en las aulas, en los institutos, en los trabajos, en diferentes sectores sociales y también opino que las asociaciones que defienden nuestros derechos no deben perder jamás la independencia que les hace libres. Ser homosexual no viene con un determinado carnet político.

En segundo lugar, quisiera expresar que aún falta mucho por recorrer en este mundo cada vez más globalizado y pandémico. Tenemos que ser conscientes que en algunos países del mundo, la homosexualidad se castiga con la pena de muerte, con la cárcel, con latigazos, con el escarnio social y con una perenne burla. Tenemos muchas vallas que saltar y muchos obstáculos que sortear, salvo que queramos vivir en un “ mundo ideal”.

En tercer lugar, siento “Orgullo” por mis padres que me enseñaron que si yo daba respeto, tendría que recibir lo mismo. Ellos hicieron de mi diferencia una virtud. Orgullo de mis amigos que lo son sin mirar mi orientación sexual y sin estereotipos. Amigos que son boxeadores, peluqueros, taxistas, maquilladores, artesanos, bomberos, agricultores, costureros, presidentes de federaciones, camioneros, políticos, misioneros, feministas o ateos. Gracias por el cariño sincero .

Amigas que son torneras, panaderas, conductoras, enfermeras, comandantes, Granjeras o repartidoras de quesos con una tienda tipo 24 horas, agnósticas o catequistas.

Orgullo de mi familia, mi madre, mis hermanas, mi hermano, mis sobrinas/os cuñados, cuñadas, primos y primas, tíos y tías donde siempre puedo recalar y sentirme absolutamente feliz siempre.

-Me siento orgulloso de ser gay, de ser homosexual? -Yo me siento orgulloso de ser buena persona ante todo. Deseo ser buena persona y poder amar libremente. Opino que mi orientación sexual también me hace sentir orgulloso porque la baso en principio de respeto a los demás y es lo que demando y pido.

Mientras estoy escribiendo esta reflexión 22:20 del día 27/06/2020, en este mismo momento estarán asesinando a una mujer transexual en São Paulo, o dos personas del mismo sexo se estarán amando muertos de miedo en Arabia Saudita porque si son descubiertos le aplicarán la pena de muerte y, aún así, se aman. Ya lo dijo San Pablo “ El amor todo lo puede”.

Pero no podemos perder de vista y estar vigilantes que también, aquí, en nuestro país, algunos niños o niñas serán víctimas de acoso por su diferencias, o habrán risas con la “ camionera” o murmurarán cuando cruzo una esquina.

Y es que nos queda mucho para la igualdad real.

Me viene a mi mente una canción maravillosa de Ana Gabriel que decía “ cuanto daría por gritarles nuestro amor, decirles que al cerrar la puerta nos amamos sn control, que despertamos abrazados con ganas de seguir amándonos, pero es que en realidad no aceptan nuestro amor”.

Ojalá el próximo año nos sintamos un poco “ más orgullosos” porque eso quiere decir que somos “ un poco más libres”.

“ La vida nos debe una primavera”.

11 junio, 2020 at 17:59

La vida nos debe una primavera y nos la tiene que pagar. A las 00:00 horas del domingo 15 de marzo, casi empezando la primavera, la vida nos enclaustró y nos atemorizó con un virus que venía de Oriente ( siempre pensé que de oriente venía todo lo bueno traído por los Reyes Magos) y que podía ser letal.

De repente nos vimos mirando a través de las ventanas las calles vacías, sonidos nuevos pero que siempre estaban y que no los apreciábamos, sufrimos viendo a compatriotas nuestros y del resto del planeta que fallecían contándose por miles. Vimos como ángeles con batas de médicos luchaban en el campo de batalla de las urgencias haciendo malabarismos para no caer, vimos ilusiones que se esfumaban, tristezas que no cesaban, vimos a servidores públicos y servidores en general arriesgando su vida para proteger la nuestra y vimos situaciones que nos desbordaban.Ya la primavera estaba en su esplendor.

Hoy, que apenas faltan unos días para que llegue el verano, y después de meditarlo mucho, pienso que “ La vida nos debe una primavera”.

Yo deseo que se nos devuelva en forma de ilusión, en forma de sonrisas que no terminen, en que impere más justicia social, más libertad, más igualdad y más fraternidad ( frase que nació como lema en la Revolución francesa) pero que hoy está de total actualidad. Que terminen los odios viscerales, los discursos sin sentido, las posiciones radicales, el daño gratuito y la soberbia “envasada al vacío”

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Que nos devuelvan la primavera que nos deben viendo con nuestros ojos el fin de la pobreza, hambre cero, salud y bienestar en igualdad de condiciones, educación de calidad, igualdad de género, agua limpia y saneamiento, energía asequible y no contaminante, trabajo decente y crecimiento económico, más industria, innovación e infraestructura, eliminación de las desigualdades, ciudades y comunidades sostenibles, producción y consumo responsable, acción por el clima, vida submarina sin contaminación, vida de ecosistemas terrestres, paz y justicia en nuestras instituciones cada vez más solidas y mucho diálogo para lograr estos objetivos en todo el planeta.

Los objetivos anteriormente mencionados (Objetivos de Desarrollo Sostenible) los adoptaron todos los líderes mundiales el 25 de septiembre de 2015 con la finalidad de erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos.

Si se van cumpliendo, es cuando la vida nos estará devolviendo la primavera que nos debe y que nos encerró para que pudiésemos meditar todo lo que nos falta y lo que nos sobra para ser felices. Pero depende de nosotros que se nos devuelva la primavera perdida.

Si eso es así, si somos más humanos en el más amplio sentido de la palabra, entonces la vida nos está devolviendo la primavera que nos debe. Ayudemos a la vida a que nos entregue la primavera que nos falta en nuestro calendario. Recuperémosla y vivamos. Pronto estará aquí el verano. El tiempo no se detiene.