Basilio Valladares

Basilio Valladares.

Hoy, viniendo al trabajo y escuchando una emisora de radio estaban entrevistando a una persona entregada, única, desvivida, vocacional, apasionada de su trabajo, generosa y enamorada de lo que le ha tocado hacer en esta vida : Basilio Valladares.

El Instituto Canario de Enfermedades Tropicales y la investigación de muchas patologías que se daban en los países del trópico pero con el “ cambio climático” afecta a las islas de la macaronesia y por supuesto a Canarias está íntimamente ligado al Doctor Valladares aunque él, con su gran humildad, le cueste reconocerlo y siempre comparta “ Los Halagos” a todo el equipo que lo acompaña, que ha sufrido con él, que se han ilusionado cuando consiguen un avance y que le están dando a la sociedad lo mejor que pueden ofrecerle: La investigación médica.

Hoy, aunque solo escuchaba a Basilio, me consta que se le ilumina la mirada cuando habla del Instituto, de los proyectos, de la cantidad de jóvenes que investigan los mosquitos que transmiten enfermedades muy raras para nosotros pero que tenemos que irnos familiarizando e investigando y del ejercito de alumnado en práctica que se preparan para dar lo mejor siempre en países en vías de desarrollo y que, a través del instituto, siguen amando su trabajo y su vocación.

Tenemos que poner en valor a nuestra gente que se ha dejado la vida en proyectos de cooperación con países de nuestro entorno: Marruecos, Mauritania, Senegal, Cabo Verde, o países tropicales de América donde el Instituto de Enfermedades Tropicales que está en Tenerife, ha podido cooperar de manera contundente para mejorar la calidad de vida de millones de personas de otras latitudes a través de la investigación.

Organismos Públicos y Privados, el ámbito Universitario, las empresas privadas, los países receptores de los resultados de la investigación han sido claves para poder seguir avanzando en esta lucha sin cuartel con las pandemias que no dejan de ser extrañas para nosotros.

En la terrible crisis económica que hemos pasado, la investigación se resintió y sus presupuestos fueron reducidos de manera considerable. Creo que debe servirnos de experiencia y si queremos dejar un mejor legado a nuestras generaciones futuras, no podemos reducir jamás las partidas presupuestarias en investigación médica por las que tanto ha luchado el investigador Basilio Valladares.

Sirvan estas líneas para reconocer el trabajo de este humilde Tacorontero y, por supuesto, a ese enorme grupo de personas que trabajan todos los días en conseguir un planeta más justo, más saludable, más vivible, en definitiva, un mundo más feliz donde la investigación debe ser un factor importante.

Me emocionó y me enorgulleció cuando escuché a Basilio decir las cientos de personas de otros países que vienen a formarse al Instituto. Tenemos muchas cosas de las que sentirnos orgullosos y que deben seguir creciendo.

Gracias Basilio