Nosotros, que nos queremos tanto debemos separarnos no me preguntes más.

19 abril, 2013 at 6:32

Mi reflexión de hoy. Queridos amigos/amigas y confidentes. Hay boleros absolutamente desgarradores y que llevan detrás historias reales, fantásticas y épicas.
Ayer, cuando venía en mi coche empezó a sonar el bolero » nosotros». Lo habré escuchado cientos de veces y es un bolero precioso, con una gran letra y que está muy versionado.
Pero ayer le puse por la autopista del sur de camino a Arona muchísima más atención y de repente se me empezó a poner la carne de gallina » atiéndeme, quiero decirte algo que quizá no esperes doloroso tal vez. Escúchame que aunque me duela el alma yo necesito hablarte y así lo haré». Descubrí esta vez lo que nunca jamás había descubierto en esta letra. Una inmensa pasión.
Me entró una tristeza enorme escuchar la letra y que nunca antes me había pasado. Inmediatamente me detuve en una gasolinera y busqué nuevamente la canción y la escuché cinco veces más.
Me interesé por la letra, por lo que quería decir el compositor, por lo que quería transmitir, y desde que llegué a mi casa me puse a investigar y el resultado me dejó todavía más perplejo.
De la investigación desprendí que el bolero » nosotros» lo compuso el gran músico de Pinar del Río Pedro Junco Jr, a quien quiero hacerle hoy mi particular homenaje.
Pedro se enamoró locamente de una joven que su familia la había enviado a un internado de Pinar del río y la veía pasar todas las tardes cuando se dirigía el mismo liceo donde el estudiaba. Pedro sabía que su amor no podía ser posible.
Y no podía ser posible porque ese joven artista, compositor y enamorado tenía una enfermedad incurable que era la tuberculosis y sabía que le quedaba muy poco de vida.
Justo antes de morir, Pedro le mandó el último mensaje a su amada y ya en su lecho de muerte le pidió a un tenor que interpretara la canción que fue transmitida por la radio para que la escuchara su amada.
El mensaje decía lo siguiente:
Atiéndeme,
quiero decirte algo
que quizá no esperes
doloroso tal vez.
Escúchame,
que aunque me duela el alma
yo necesito hablarte
y así lo haré.
Nosotros,
que fuimos tan sinceros
que desde que nos vimos
amándonos estamos.
Nosotros,
que del amor hicimos
un sol maravilloso
romance tan divino.
Nosotros, que nos queremos tanto
debemos separarnos
no me preguntes más.
No es falta de cariño,
te quiero con el alma,
te juro que te adoro
y en nombre de este amor
y por tu bien te digo adiós.
Yo quiero con esta reflexión queridos amigos amigas y confidentes, hacerle, como escribí anteriormente, mi particular homenaje a Pedro Junco Jr. Agradecerle el habernos dejado uno de los boleros más preciosos que se hayan podido escribir y componer. Agradecerle su intenso amor. Corto pero intenso. Agradecerle su pasión por la vida y agradecerle que nos haya hecho felices y nos hayamos podido enamorar gracias a él.
Cuando la volvamos a oír, ( quizá todos ustedes sabían la historia menos yo) les pido que nos acordemos de Pedro Junco allá en Pinar del Río entre palmeras y el verdor cubano escondido en un zaguán para ver pasar a su amada. Esa joven de piel blanca y ojos saltones de la que nunca se supo su identidad porque este amor fue secreto.
Y nosotros, queridos confidentes, vamos a amarnos con pasión e intensidad que la vida es corta y se va en un suspiro. Por eso, hoy cuando llegues a casa, busca el bolero, lo pones y bailas con tu pareja mirándola a los ojos y termina diciéndole una de las frases más mágicas del mundo» » te amo». Y ya me contarán.
Sean felices amigos y amigas confidentes.

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De mis reflexiones

18 abril, 2013 at 6:58

Queridos amigos amigas y confidentes. Ayer fue un día sorpresivo en cuanto a mi blog y mis reflexiones. Ya me estoy creyendo en serio que me siguen y que me leen. Y si eso es así, yo inmensamente feliz.
Bajaba en el tranvía a la rueda de prensa de pisaverde y se me acercó una chica de unos 29/30 años y me preguntó: ¿ usted es Efrain.?. Si, le contesté.
Me dice, perdone que lo aborde pero soy » adicta» a sus reflexiones diarias. La verdad es que me sorprendió. Yo inmediatamente entablé una conversación con ella ( lo que se puede hablar de la estación Cruz del Señor con Guimerá) ambas » parada con anden central » y me contó que trabajaba en una productora de vídeos que envían al exterior y que en la oficina todas las mañanas me leen y me comentan. Seguimos hablando de mis reflexiones y ella se bajó en Guimerá ( parada con anden central) y yo seguí a Intercambiador a encontrarme con la flamante ganadora del premio nacional de artesanía Laura y los medios de comunicación. Nos despedimos con la mejor de nuestras sonrisas. Una sonrisa a las nueve y media es lo más gratificante que te puede suceder.
Justo cuando salía de la rueda de prensa donde dimos una noticia buena ( todos los días deberíamos dar noticias buenas) en la cafetería del Cabildo me aborda un señor que trabaja de agente de empleo y desarrollo local para decirme que me leía todos los días. Le encantan las reflexiones de mis viajes y cuando escribo de mi pueblo. También conversamos un rato sobre mis epístolas diarias y también nos despedimos con una sonrisa franca.
Ya en la calle, otra señora me pidió que escribiera sobre la situación de Venezuela y exactamente la misma petición me la hicieron la noche antes en Facebook. Le dije a la señora que si bien ya había escrito de Venezuela, lo volvería a hacer. El final de esta reflexión nos trasladará a Venezuela.
Y me puse a reflexionar de que me » estoy creyendo» que me leen. También David, que es compañero mío de Informatica en el Cabildo me averigua algo que se llama klout o algo así, que es la llegada a las personas de lo que escribes en las redes y me sorprende. La verdad es que si yo escribo y soy activo en redes es, en parte, gracias a David Pérez que siempre llega con algo nuevo y me motiva definitivamente. Y por supuesto, aparte de enseñarte tiene paciencia, que conmigo es » algo difícil».
Yo disfruto cuando llego a mi casa y me siento frente al ordenador a intentar plasmar alguna vivencia diaria. Lo disfruto muchísimo. Le intento dar vida a la historia, intento que ustedes se imaginen el personaje, quiero lograr que en esos dos minutos que estamos en contacto seamos un poco más felices.
Personalizo algunas. Sobre todo de personas que unas son amigas y otras especiales. Por ejemplo, un señor del Hierro consiguió hace algo más de un mes mi teléfono para darme las gracias por la reflexión que le escribí a Eligio Hernández. A mi, honestamente me emocionó.
Mi mayor deseo, queridos amigos, amigas y confidentes, es sacarles una » sonrisa mañanera» en unos casos, y en otros » un pensamiento». Les puedo asegurar que ese es mi objetivo.
Pero es que ya, como dice el dicho » a la chita callando» he escrito más de trescientas reflexiones. Y a veces pienso, ¿ pero no se aburrirán.? A mi me encanta hacerlo y no me supone ningún estrés añadido. Creo que es todo lo contrario, que me transporta y me relaja.
Vendrán muchas más si puedo. Escribiré de países, de situaciones, de personas, de anécdotas que me suceden o que me cuentan, de gente especial, de sentimientos propios, de mis sueños y mis desengaños, de como afrontar la vida y un largo etcétera. Es por eso que ahora, si me permiten, también les llamo » confidentes».
Y mientras tanto, mientras escribo esto para ustedes, cae la tarde en Candelaria. Una tarde tranquila, apacible, con más calor de lo normal. Miro desde la ventana y vuelan palomas ( una vez escribí de que me cagaban en la azotea) lo siguen haciendo.
Por la ventana miro al Atlántico e intento alargar la mirada y que me lleve a Venezuela donde ahora están almorzando. En este momento que escribo, están almorzando en Venezuela y me pregunto que estarán hablando allí durante el almuerzo. Bendice esos alimentos que de tus manos van a tomar. Amén.
Feliz jueves amigos y amigas.

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Crisis de masculinidad

17 abril, 2013 at 6:53

Mi reflexión de hoy. Queridos amigos y amigas. Yo creo que con esta crisis que nos está tocando vivir se suman también otras » crisis de valores», de roles, de comportamientos. Y desde luego hay una crisis que pude determinar ayer y que la denomino » crisis de la masculinidad».
Me cuenta un amigo/conocido mío que está pasando por un momento francamente malo en su vida. Hace tres meses se quedó sin trabajo. Vive con su mujer y una hija de cuatro años por lo que han tenido que hacer » ajustes de toda índole». Su mujer sigue trabajando.
Mi conocido/amigo me reconoce que todas las mañanas, cuando ve salir a la mujer a trabajar se queda el resto del día fatal. Tiene que hacer » tareas» que jamás había pensado que tendría que hacerlas: darle de desayunar a la niña, vestirla, llevarla al colegio, hacer la compra, poner la lavadora, hacer la comida, los recados domésticos, y un largo etcétera de «asuntos» que, según él, lo dejan en una situación psicológica muy mala.
Yo le dije que tenía » crisis de masculinidad». Que se sumaba la crisis económica con la del género masculino y que eso tenía que » drenarlo» porque podía causarle problemas en un futuro bastante próximo. Creo que lo aconsejé lo mejor que pude.
Me dice mi conocido/amigo, que hasta se le han quitado las ganas de tener relaciones sexuales con su pareja porque se siente muy agobiado. Crisis de masculinidad.
Y es que a nosotros, los que somos de una generación más antigua, de la generación de los años sesenta del siglo pasado, veíamos normal que el sustento de la casa lo trajera el hombre, que la mujer estaba para las tareas domésticas y criar a los niños ( siempre entre 3 o 4) y había una sumisión diríamos » pactada» en algunos casos y en otros » impuesta» pero que se tomaba con naturalidad.
Yo recuerdo que cuando nosotros emigramos a Venezuela, en los documentos de mi madre decía: profesión » sus labores». Pero el mundo afortunadamente ha cambiado.
Le dije a mi conocido/amigo que era cuestión de que aceptara su » rol» que no es otro que la responsabilidad compartida. Que entendiera que una pareja se compone de dos personas que aparte de amarse ( eso se supone) se comparten intereses y objetivos y que ambos deben luchar por conseguirlos.
El objetivo de esta pareja de amigos míos ahora creo que debe ser la educación de su hija, la búsqueda de la felicidad, el poder compartir ratos sencillos pero que nos hacen grande, poder conseguir que dos cuerpos se fundan en uno hasta con una mirada, poder rozar el cielo porque estás con la persona que verdaderamente amas.
¿Y que más da quien haga la colada? Y ¿ que más da quien lleve la niña al cole.?. Yo creo que estos roles y estereotipos bastante antiguos debemos erradicarlos. Afortunadamente, las nuevas generaciones piensan de una manera diferente a nuestros padres pero todavía tenemos que avanzar. Aunque hoy este conocido/amigo me sorprendió de que pensara de esa manera a sus 34 años.
Es por eso que la lucha por la auténtica igualdad de género es una asignatura diaria. A mi ya me choca cuando veo un encuentro de representantes públicos y no hay ninguna mujer en el estrado. Les puedo asegurar que todavía pasa y es absolutamente chocante y esperpentico.
Hoy tenemos una sociedad que evoluciona. Una tasa de mujeres profesionales universitarias, en puestos de alta dirección que hace apenas quince años atrás era impensable. Pero aún seguimos teniendo a mujeres que cobran menos dinero por desempeñar las mismas funciones que un hombre en el mundo laboral.
Y que conste, que no soy un feminista redomado o algo parecido. Soy lógico, normal, soy de la vida diaria. Y realmente sigo diciendo que me chocó profundamente la » crisis de masculinidad » de mi conocido/amigo.
Es por ello que todos tenemos que poner nuestro pensamiento en la auténtica igualdad. Les puedo asegurar que seremos mucho más felices, más afortunados y más personas.
También reflexioné sobre lo feliz que yo hubiese sido si hubiese tenido una hija y la hubiese podido vestir, hacerle la papilla, llevarla al colegio, escucharla decir papá. Creo que es el mayor estado de felicidad. Pero la felicidad completa dicen que no existe.
Por eso, tengamos cuidado con las » crisis de masculinidad». Que pueden derivar en otras crisis, y en otras situaciones que al final, incluso, podríamos hasta arrepentirnos.
El mundo está compuesto por seres humanos que hacen mover este planeta. Por personas independientemente de su sexo, raza o condición sexual. Bastante utópico de mi parte porque la realidad es otra pero las utopías pensadas con intensidad a veces se cumplen.
Espero haber podido aconsejar bien a mi conocido/amigo.
Buenos días y feliz miércoles.
Les doy una dirección web donde se habla de la crisis de la masculinidad infinitamente mejor que mi reflexión. Espero que la lean.
http://www.lr21.com.uy/comunidad/1055105-la-crisis-de-masculinidad-y-los-“nuevos-hombres”

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Un «cuento» Cubano.

15 abril, 2013 at 6:15

Mi reflexión de hoy. Queridos amigos y amigas. Una vez me contaron un cuento en Cuba que no se que tendrá de verdad y que tendrá de fábula, pero me lo contaron en varias ocasiones.
» hubo una vez en un pueblo pequeño y campesino del centro de Cuba, en la Provincia de Villa Clara, una boda donde los padres de los novios hicieron un gran festín en tiempos de verdadera crisis. Los padres vendieron pertenencias, cosechas y comprometieron a la mitad del pueblo para que participara en el » gran festín». La mitad del pequeño pueblo hizo lo mismo: entregaron todo para el banquete, empeñaron lo que tenían para el ron, la cerveza, la carne de » puerco» los ajiacos de gallina, las masas fritas, la yuca, el plátano, las ricas frutas, los dulces y un largo etcétera de artículos que para la época eran de auténtico lujo.
El otro medio pueblo que no fue invitado siguió su vida diaria de sacrificio, del cultivo de las tierras, del cuidado de los animales, el sacrificio de sol a sol para llevar el sustento a la casa, algunas penalidades y mucho trabajo.
Cuentan que mientras el medio pueblo que no fue invitado estaba en las labores sacrificadas del mundo campesino, se escuchaban las risas, los sonidos, los acordes de la alegre música guajira, los sones cubanos y también presenciaron algún » escarceo» amoroso en medio de las plantaciones de caña de azúcar. El medio pueblo que no fue invitado veía con sorpresa como la fiesta se prolongaba días enteros con sus noches.
La famosa boda se prolongó por espacio de cuatro días. Cuando se acabaron las provisiones fueron a un pueblo de al lado a pedir » fiado» para más ron, más cerveza, más carne, más dulces, más de todo.
La fiesta se fue apagando, el sonido de la música se fue silenciando y los invitados fueron a paso lento y todavía con risas casa uno para sus casas, después de disfrutar lo que tenían y no tenían.
Al siguiente día, cuando volvieron a la » realidad» se dieron cuenta que no tenían nada que comer, que no tenían nada con que alimentarse, que no tenían para el sustento de los hijos y acudieron a la mitad del pueblo que no había sido invitado para pedirles que los socorrieran para poder alimentarse y alimentar a sus familias.
Los que estuvieron trabajando de sol a sol se negaron rotundamente. Empezaron a vigilar de noche sus cosechas porque empezaron a faltar cosas, empezaron a desaparecer aves de corral y otras cosechas.
De repente en el pueblo, la situación se volvió insostenible. Los que habían estado en el enorme festín no tenían nada que comer, y los que habían estado trabajando de sol a sol tenían sus cosechas a salvo y podían seguir con la vida humilde que habían llevado hasta ahora sin faltarles la comida diaria.
Fue tal el clima de crispación que se formó en el pequeño pueblo, que la autoridad competente tuvo que intervenir.
El alcalde del pequeño pueblo decretó la confiscación de todas las cosechas, animales, viandas, verduras, frutas leche y un largo etcétera de productos del campo para calmar el clima de crispación que se había formado en ese pequeño y humilde pueblo del centro de Cuba.
También ordenó que todos los que habían acudido a la » larga fiesta» tenían que trabajar » brazo a brazo» con los que no habían asistido. El que no trabajase, no tendría derecho a recibir nada de lo que diera la madre tierra.
Al principio hubo algunas resistencias, pero cuando se dieron cuenta que trabajando juntos las cosechas aumentaban, las vacas daban más leche, había más maíz, se criaban los cerdos prácticamente salvajes porque ya no habían robos, y se compartía todo, empezó una nueva vida en el pueblo y aumentó el grado de felicidad.
Algunos siempre le » echaban en cara » a los fiesteros la imprudencia que habían cometido, pero con el tiempo, se olvidó y hoy es uno de los pueblos más prósperos de toda Cuba y veinte años después, se mantiene la forma de trabajo que generó aquella » tremenda fiesta» y hoy son ejemplo de desarrollo productivo.
Yo pasé rumbo a Ciego de Ávila por el pueblo de la leyenda y caminé sus calles, me senté en los bancos de su plaza principal e incluso, pude ver fotos de lo que era el pueblo hace veinte años y de lo que era ahora.
Así me contaron la leyenda en Cuba y así se las cuento. Las interpretaciones de este relato son libres.
Feliz lunes y que tengamos una semana de lo más productiva amigos y amigas.

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