Sábado en Candelaria.
Mi reflexión de hoy. Queridos amigos, amigas y confidentes. Me gustan mucho los sábados. El sábado es un día donde comulgo con mi casa, puedo, de vez en cuando levantarme un poco más tarde, me encanta ese desayuno del sexto día de la semana que puedo disfrutar con mayor tranquilidad, la mermelada sin azúcar añadida me sabe distinto y el café parece que huele diferente.
Siempre me ha dado la impresión que los sábados la gente sonríe más, se cargan las aureolas y parece que se levanta uno con otro espíritu.
Los sábados son la antesala del domingo, pero los domingos en la tarde ya sabemos que viene el lunes y nos entran las prisas por empezar la semana con fuerza.
Hoy, fui a buscar a mi amiga Cristina Valido en Candelaria para venirnos a Granadilla y » olía» el entorno a maravilloso sábado.
Los agricultores de las medianías montaban el tradicional mercado del agricultor, la luz en Candelaria era espléndida, el café parece que lo disfrutamos más. A esa hora, mi adorado pueblo de Candelaria se » desperezaba» después de un placentero sueño.
Los trabajadores ponían las calles a punto, los comerciantes abrían sus tiendas, las terrazas eran baldeadas para esperar con ilusión a los visitantes.
Después pasamos por la carretera insular y cientos de ciclistas se apoderaron de esa ruta que hace unos años ha tomado un cariz especial con tantas personas haciendo el deporte del ciclismo. Creo que los ciclistas le dan una movilidad al día maravillosa. Siempre tenemos que ser prudentes por ambas partes.
El mar en Candelaria hoy olía a Atlántico. Aguas tranquilas hoy. El Atlántico abraza al municipio de Candelaria y la arena negra de la playa de los guaches se deja abrazar.
Precisamente los guanches de la plaza de la plaza de la Basílica tomaron posiciones en sus pedestales después de estar toda la noche hablando y comentando la felicidad de estar custodiando a la patrona.
Yo siempre he pensado que los Menceyes de la Plaza de Candelaria » toman vida» de noche, cuando nadie los ve, y pasean por los pueblos. Se van a Chimisay, caminan por el malpaís en las noches de luna llena y antes de que el municipio despierte vuelven a sus guardias.
Por eso queridos amigos, amigas y confidentes. Les ánimo a que hoy vengan a Candelaria. Visiten el municipio, disfruten de su olor y sabor porque estoy seguro, totalmente seguro de una cosa: » visitar Candelaria trae suerte»
Feliz sábado amigos y amigas.