Las cenas de nochebuena

23 diciembre, 2012 at 10:23

Mi reflexión de hoy. Ya, las cenas de Nochebuena no son lo que eran, ahora, no en la mesa, pero si en la casa, entran cientos de personas a través de los grupos de washap y otras redes sociales para, justo en la comida o en los postres, desearnos lo mejor del mundo en estas fechas.
Yo no digo que sea malo, válgame Dios!!!! Creo que como todo en la vida tiene doble cara.
Lo bueno: que nos sentimos queridos, incluso por aquellos que no vemos durante el año y que cuando te llega el washap o el mensaje de texto te aparece un teléfono que no tienes identificado, porque en los pasados doce meses hiciste limpia, y claro!!!!! Jamás se nos ocurre mandar un mensaje diciendo, mira perdona quien eres.?, ni tampoco vamos a empezar una conversación hasta averiguar quien es la amable persona que te manda el men.
Después vienen los vídeos graciosos de Navidad y que lo recibes 47 veces, ¿ o no.? Digo alguna mentira? Jejejejejejej, y entre bocado y bocado empiezas a contestar. Después vienen algunas personas que te mandan…….justamente cuando estas en el mejor momento de la cena mensajes realistas aunque pesimistas tipo » acordémonos de los que esta noche no pueden cenar», tampoco me parece mal pero reconozcamos que el mensaje, en medio de tanta alegría impacta. Yo un año a ese mensaje contesté que teníamos que acordarnos todos los días porque esas personas no solo comen en Navidad.
Estos mensajes quien te los manda, a veces, lo hace para sentirse bien, para quedar bien con su conciencia, pero mientras te lo manda se le mancha la pantalla del iPod con esa grasa que suelta el turrón blando.
Yo creo que debemos disfrutar y vivir intensamente lo que nos ha tocado porque, si alguno de nosotros pudiese arreglar en la nochebuena el mundo, estoy seguro que lo haría.
Por eso mi mejor mensaje es que en estas fechas disfrutemos lo que podamos hacerlo, compartamos con las personas más cercanas a nosotros, regalemos aunque sea sonrisas, brindemos con fe de que tenemos que vivir en un mundo mejor, seamos originales, y demos gracias al espíritu de la Navidad que les puedo asegurar que existe.
Siempre hay porque dar gracias. Venga!!!!!!! Pensemos para que ustedes vean que tengo razón.
Y ya por último, una consejo, pongamos los teléfonos móviles en silencio durante los momentos más cercanos de la nochebuena, o podemos incluso, dejarlos cargando.
Un abrazo a todos/as

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El fin del mundo

21 diciembre, 2012 at 10:26

mayas. Efrain Medina. ReflexionesMi reflexión de hoy . Hoy es muy corta, como dice Joaquín Sabina » que el fin del mundo me encuentre bailando». Realmente lo que se acaba hoy son las malas influencias, los malos rollos, la malas vibraciones, lo material. Para todo esto es el fin del mundo y tiene que ser hoy. A partir de hoy podemos tener un nuevo mundo más humano, más justo, más equitativo. Yo creo que eso es lo que han querido decir los mayas, que este ciclo devorador termina. Si es así, vamos a desearnos todos un feliz fin de mundo. Un abrazo a todos que me hacen tanta compañía siempre.

El análisis anual

21 diciembre, 2012 at 7:17

frasco-orina. Efraín reflexionesMi reflexión de hoy. Esta mañana temprano, tuve que ir al centro médico de Candelaria a hacerme los análisis anuales que me manda la doctora Almudena. ( ya hablé de ella en una reflexión anterior)
Me levanto muy temprano y, que casualidad, que justo cuando tengo que llenar el » tubito de la orina» no me dan ganas de orinar. A quien no le la pasado eso.? Miraba el reloj y dije : » o Meo o llego tarde» al final pude expulsar el líquido que sería analizado, lo coloco en el tubito, y lo dejo en el mueble de mi baño. Posteriormente hago el ritual mañanero de la ducha que me encanta pero esta vez más rápido.
Llegué al centro médico y estaba lleno de gente. Le cedí mi sitio a la madre de una compañera que trabaja en el Cabildo y que se confundió o la confundieron con las pastillas de la diabetes y se tomó unos antibióticos, me cuenta que la llamó el mismo médico directamente para mandarle a hacer todos los exámenes pertinentes.
También estaba una conocida mía que tenía años que no veía y que ahora trabaja en el aeropuerto del sur. Que bien te sientes cuando te dicen que estas más joven aunque no sea verdad.
A mi me tocó el número 7 y habían más de 80 personas. Me llaman para que deje el tubito de la orina. Ayyyyyy!!!!!!!! El tubito de La orina se me olvidó en el baño. Es que somos animales de costumbres y no todos los días se sale de tu casa con un tubo de orina en el bolsillo. La enfermera, muy amable, me dijo que me extraía la sangre y que le trajera la orina sin hacer cola.
Cuando me sacan la sangre siempre tengo la sensación de que no me van a conseguir la vena, que se me esconden,pero en esta vez, me sacaron los dos tubos de sangre sin problema.
Salí corriendo con el brazo pinchado a buscar la orina y pensé, como mi madre se haya levantado ya el tubo desaparece. Afortunadamente no. Efectivamente llevé el tubo nuevamente y tímidamente, sin que nadie se diera cuenta me asomé a la puerta y la enfermera me dice: ay efrain un día pierdes la cabeza!!!!!!!!!!!!!
Justo después de llenar el tubo, ya hoy he orinado tres veces. La vida es así. Jajajajajaj.
Espero que les guste mi reflexión/anécdota de hoy.
Cuando me den los resultados les cuento si aprobé el examen o cuantas me suspendieron

Recuerdos Navideños

19 diciembre, 2012 at 8:47

portalMi reflexión de hoy. Supongo que todos tenemos recuerdos navideños que no se borrarán de nuestras mentes. Hace unos días les conté la experiencia de las Navidades en Venezuela y hoy, vienen a mi mente recuerdos de las fiestas navideñas en mi pueblo, Vallehermoso, cuando era un niño.

Recuerdo que mis tíos que ya vivían en Santa Cruz mandaban turrones, cajas de naranjas, peladillas, polvorones y de todo lo navideño a casa de mi abuela Eulalia. Nosotros a escondidas ( no se porque porque nunca nos negó nada) subíamos por la escalera del salón y » asaltábamos» los dulces que venían desde Santa Cruz. Una vez me puse malo de tanto comer polvorones. Peor fue mi hermana Ani, que en unas Navidades, siendo una chiquilla, le cogió el gusto a un litro de » Mistela» que estaba en la mesa del salón por sí llegaban visitas. Mi hermana empezó a tomarse lo que hoy se denominarían » chupitos» y se cogió una turca fabulosa. Yo tendría 7 años y todavía me acuerdo y me río solo. Ella decía, ayyyy que dulcito está esto, hay que dulcito está esto, y se bajó el litro de Mistelaportal  de la gomera. ( cuando lea esto me mata).

Recuerdo el sabor de la naranja. Nosotros comíamos naranjas en Navidad, tanto del país como de fuera.

Doña Nelida y Doña Julia Mora nos preparaban las poesías para la misa del gallo. Yo disfrutaba lo más grande, que feliz fui en mi infancia. Aún recuerdo a mi hermana ( la misma de la Mistela) que hizo de virgen María en un Belén viviente. Yo tenía que hacer de pastorcillo y cuando pasé al lado de ella decía: Ani, Ani, eres Ani, y ella ni se movía. Doña Petra Fernández,,cariñosamente, me sacó de allí porque sí me dejan, les arruino el Belén viviente.

Yo siempre fui un niño muy precoz, muy feliz y me las ingeniaba para quedarme siempre con los mayores en la sacristía de la iglesia porque allí empezaba la parranda de » lo divino». Recuerdo el vozarrón de Ramón Luis cantando » campanitas que vais repicando» y a mi aquella canción me enternecía y hasta a veces se me escapaban las lágrimas.

Yo todo lo imaginaba, me imaginaba a los peces en el río, me imaginaba a la virgen peinándose, me imaginaba a las campanas de Belén e incluso, miraba a ver si veía algunos ángeles como decía la canción.

Otra cosa que no se me puede olvidar es el olor a los dulces que hacia Doña María en su panadería del palmar. Muchas veces fui a ver y a oler, también a comer. Olores a dulces gomeros, a anís, a cocina artesana. Los ñames guisados se olían también en la calle. Era todo diferente, la Navidad surgía como por arte de magia.

Yo cuando llegaba a casa, le contaba a mi abuela todo, y contándole me iba quedando dormido. Eran días muy intensos donde éramos inmensamente felices. Ya lo más grande era cuando se ponían » conferencias» para hablar con tus familiares en Santa Cruz a través de las centrales telefónicas de clavijas.

El chocolate en la mañana con las galletas gomeras, el imaginar sí los reyes nos traían algo, jugar con nada ( yo me imaginaba que los riscos eran personas y me inventaba diálogos entre ellos) ir a la tienda de Don Mariano que tenía algunos juguetes y quedarme horas mirándolos. Esperar al cartero que traía los cheques que venían de Venezuela.

Que recuerdos tan maravillosos. Como dice el refrán: cualquier tiempo pasado fue mejor.

Otro día les hablo de los veranos, de los juegos, de los reyes. Y de muchas más cosas.

Aún me queda la capacidad de ilusionarme.